Israel Gómez Córdova Biblioteca INAP
Lo anterior es diferente a decir que toda decisión de política pública produce ganadores y perdedores, pues pensar que es posible adoptar medidas sin afectar intereses y valores, sin generar resistencias, es una ridiculez que no se sostiene. Y es que todas estas acciones encaminadas a buscar, examinar y tratar de encontrar alternativas de solución como garante del poder político o representante del bien común y del servicio a la sociedad y, por lo tanto, es él el que tiene la responsabilidad de dar solución a los problemas públicos que, como respuestas, se enmarcan en lo que comúnmente se conoce como políticas públicas.
Su propósito último es conocer la lógica.
Es fácil entender, entonces, que cuando el Estado da una respuesta, inevitablemente “está tomando posición” frente a esas situaciones problemáticas y, por consiguiente, también toma posición frente a todos aquellos que intervienen en el proceso. Pero a pesar del papel protagónico del Estado, de su liderazgo institucional y de su protagonismo social, ningún “Estado”, “régimen político” o “gobierno de turno” puede actuar solo. Es necesaria la presencia, participación y articulación de otros actores, al menos si se pretende mejorar la efectividad de las políticas públicas. Obviamente, la situación ideal es que esta construcción parta desde la base, que sea la comunidad misma la que priorice sus necesidades, problemas y deseos en forma democrática, y que sean los ciudadanos quienes participan en la creación, formulación e implementación de sus propias soluciones.
Es así como las políticas públicas son el resultado de toda una red de decisiones tomadas por numerosos y diversos actores: individuos, instituciones, partidos políticos… etc., en un intrincado proceso de construcción y mediación social entre el Estado y los diferentes actores de la sociedad. Con este objetivo, su propósito último es conocer la lógica que subyace y dirige el proceso decisorio de un gobierno dado, su patrón de decisión y de operación para resolver problemas públicos. El Estado es el que tiene la gran responsabilidad de liderar el proceso para ofrecer respuestas a los problemas públicos, mediante la convocatoria a otros actores sociales, a través de las políticas públicas; es garante del poder político, representante del bien común y agente del servicio a la sociedad.