Hace nada que salió El Camino. Un disco redondo con un pop rock vibrante y entretenido, que una vez que te atrapa no te deja salir y vuelves una y otra vez a él, sin que te deje un ápice de culpa oírlo tres o cuatro veces al hilo.
Dan Auerbach y Patrick Carney se propusieron hacer el mejor disco de rock garage, con toques del mejor rock de los 70. Después de suspender una gira por varios estados y hacer presentaciones en casi todos los talk shows neoyorquinos, Carney sabía que era el momento ideal para hacer otro disco. Lo nombraron El Camino, en honor al vehículo que usaba el dúo para hacer sus giras.
El séptimo disco del grupo originario de Akron, Ohio, contaría con el productor de Brothers, Brian Burton Danger Mouse, para repetir la magia. Al igual que Brothers, El Camino surgió de la inspiración del momento y sin tener nada preparado.
El momento que aterrizó Lonely boy, primer sencillo del disco, el mundo se fue de cabeza sobre The Black Keys. El video muestra un simple baile contagioso, que uno no puede evitar pararse y bailar.
Dead and gone electriza con esa batería galopante y luego los coros y xilófono, cuyas gotas nos invitan a caminar sobre su aura sonora.
Gold on a ceiling tiene todos los ingredientes de rock popero armónico, con acordes y ritmos predecibles que encarnan los mejores riffs del Back in Black de AC/DC, donde uno ya sabe qué va a pasar y aún así se disfruta tanto.
“Lo nombraron El Camino, en honor al vehículo que usaba el dúo para hacer sus giras”.
Little black submarines inicia como una balada hillbilly, para después desembocar en un rock estridente y melódico, envuelto en un blues electrizante con letras sobre el abandono.
Money maker y Run right back nos mueven por esos recobecos miserables o bares de mala muerte, donde seguramente perderemos nuestra
alma.
Uno de los sencillos que más se quedan en tu mente es Sister. Tiene una melancolía dolorosa que camina al borde del precipicio. Sus letras nos acompañan por corazones rotos que no saben a donde tirar el abandono y desesperación.
Hell of a season encuentra tiempo para hipnotizarnos con sus cambios de ritmo, para hacer una promesa de amor a la distancia, aunque haya un abandono abismal de por medio.
Nova baby es un ir y venir entre convencer a la chica que te encanta, pero ella no sabe ni donde está parada.
Mind eraser es la que termina el disco. Una balada rock que, al igual que Stop stop, tiene sus momentos de ritmos contagiosos.
El Camino es un disco que encanta por el universo en el que nos sumerge. Algo que llama mucho la atención es el eco que tiene la voz de Auerbach, ya que por momentos suena evaporada, casi onírica.
Para celebrar los 10 años de El Camino, fue publicado un compilado de 5 discos que, además de incluir el material original, también contiene presentaciones, demos y versiones improvisadas. Este séptimo disco del dúo no ha envejecido en lo absoluto y, como podrán imaginarse, ganó todos los premios habidos y por haber.