Sebastián Toledo
guatemalaparatodos
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La Iglesia Católica observa, desde hace años, el 13 de diciembre
como el Día de la virgen Santa Lucía, una joven doncella que prefirió extraerse los ojos para huir del acoso de un rey que la perseguía.
Se hizo una mujer ciega y consagró su vida al servicio de la humanidad. Se le declaró La Patrona de las Personas Ciegas; por ello, varias organizaciones que trabajan por este sector llevan a cabo actos religiosos en el marco de esta fecha.
En Guatemala, se celebra el Día de Santa Lucía desde la constitución del Comité Pro Ciegos y Sordos, actividad que esperan año con año las personas ciegas. En honor de esta virgen, en 1956 se puso en marcha la lotería Santa Lucía, principal fuente de recaudación de fondos para el financiamiento de programas y servicios médico-hospitalarios, centros de educación y rehabilitación de personas ciegas y/o sordas.
Se le declaró La Patrona de las Personas Ciegas; por ello, varias organizaciones que trabajan por este sector, llevan a cabo actos religiosos en el marco de esta fecha.
De acuerdo con estudios de organismos mundiales de salud, por lo menos el 0.5 por ciento de los pobladores del mundo son personas ciegas, y un 2 por ciento más presenta problemas de baja visión, que de igual manera requieren tratamientos especializados. Con base en estos datos y partiendo de que Guatemala tiene una población de 16 millones, el número de personas ciegas sería de 80 000 y alrededor de 350 000 tienen baja visión.
Puede que esta cifra se quede corta según los resultados del censo 2018, que reflejan un número mucho mayor de habitantes con problemas visuales. Situación que se debe a una serie de circunstancias: enfermedades con tratamientos inadecuados, traumas por accidentes y violencia armada, el desconocimiento de enfermedades congénitas.
Por lo que, más allá de un acontecimiento, debe aprovecharse para generar reflexiones sobre las causas de la ceguera y la condición de vida de las personas ciegas y de baja visión.
Debe apuntalarse a la coordinación entre las organizaciones civiles, las que tienen una experiencia de más de 75 años en el tema, con las instituciones del sector público. Tanto para disminuir los índices de ceguera, así como mejorar las condiciones de las personas con discapacidad visual.