Bajo el sol, entre la caña quemada, se movilizan centenares de personas para recolectar el producto que próximamente se convertirá en el azúcar que endulza las mesas de millones de guatemaltecos o en energía.
La anterior es una labor dura que requiere jornadas intensas, que comienzan a primeras horas de la mañana y terminan cuando el sol se oculta. Es una tarea que, al final del día, trae la satisfacción de haber contribuido al desarrollo de la nación.
En Guatemala, comienza a implementarse el corte de caña mecanizado. En el actual período de zafra, este sistema tiene como protagonista una importante participación del sector femenino.
De acuerdo con lo observado en ese campo, en dicha labor participan mujeres, quienes, después de haber cumplido con todos los estudios correspondientes, se han introducido en la industria cañera.
Por ejemplo, en uno de los ingenios de la Costa Sur, 36 mujeres son las encargadas de manipular los tractores equipados con las cortadoras y los camiones que recolectan la caña, la cual posteriormente es llevada a los molinos para el proceso de extracción del edulcorante, además de fabricación de alcohol y generación de electricidad.
Otras 20 féminas trabajan en el área de corte, como mecánicas, ingenieras y en otras labores técnicas del proceso de cosecha, lo cual dignifica y pone de manifiesto el tema de la inclusión del sector femenino del país.
El proyecto comenzó en 2019 con la capacitación de las operarias durante una zafra, proceso que incluye simuladores de cosecha en el ingenio. Como mujeres, han crecido y superado paradigmas dentro del ambiente laboral, ya que han vivido situaciones que no se veían años atrás en la industria azucarera.
De lo anterior podemos asegurar que la fuerza femenina tiene una cuota importante en las actividades cotidianas que, en ocasiones, creemos que solo puede ejercerlas el hombre. Cada día más, el sector femenino ha logrado posicionarse y ser reconocido como actor importante para el desarrollo del país.
