Una taza de chocolate es ideal para los días de frío mientras consentirá sorprendentemente al paladar. La elaboración del chocolate ha sido transmitida de generación en generación y es así como se sigue preparando de manera artesanal.
Atrae conocer la forma de la elaboración de estas tabletas de chocolate. Todo se inicia con el tostado en un comal, cuidando de que no se quemen las semillas del cacao. Posteriormente, se les retira la cascarilla, se muele y es en este preciso momento cuando se percibirán los aromas tan esperados. Se repite el molido y se le incorpora el azúcar en la cantidad necesaria y los saborizantes de acuerdo al gusto personal como canela, almendra o arroz son infaltables en la tercera molienda. Actualmente se recurre al molino, o a través de un arduo trabajo realizado en la piedra de moler. Estará listo y como un sello de elaboración artesanal, será palmeado de forma redonda con un peso aproximado de cuatro onzas cada tableta. Se deja secar y se empaca por libra.
Pero nada puede pasar inadvertido, por lo que se requiere tener presentes algunos secretos durante la preparación de una taza de chocolate: el agua o leche que se emplea deberá estar hirviendo, para que el mismo se funda y se mezcle bien. Aunque, la razón principal es para que la bebida se cocine y así evitar una indigestión.
El procedimiento para su preparación es el siguiente: agregue agua o leche a la jarilla, al soltar el hervor, debe ser siempre en agua caliente, incorpore las tabletas de chocolate y remueva constantemente para que se funda el chocolate. Luego, bata enérgicamente con el molinillo para que forme espuma en la superficie.
Por consiguiente, el batido es primordial para lograr la oxigenación de la bebida y la bien afamada espuma, a través de las burbujas finas de aire para que la misma permanezca en la superficie.
El molinillo tradicionalmente ha sido de madera y es elaborado con base en una pieza también de madera torneada. Pero, ¿cómo se emplea el molinillo? El mango se sostiene y se frota con las palmas de las manos mientras gira hasta lograr una rotación constante y finalmente que bata el chocolate.
Además, el porcentaje de cacao en las tabletas juega un papel primordial en la generación de espuma; porque a mayor contenido de cacao y sin azúcar, mayor será el nivel de espuma. En el pasado, para lograr la espuma en el chocolate, se empleaba la técnica del trasvase, que consistía en pasar, a cierta altura, el chocolate de un vaso o vasija a otra.
Ah, pero no olvide servir de inmediato para que la bebida esté caliente y que perdure su abundante espuma. Sirva en una chocolatera con su tapa perforada, la que permite dar salida al mango del batidor o el molinillo y beba en tazas o en jícaras. Además, será la bebida ideal para acompañar un pan dulce o unas tentadoras champurradas para el desayuno o para la merienda.
