Reos aprovechan programas de rehabilitación, para superar el pasado.
Por medio de la Dirección General del Sistema Penitenciario (SP), el Ministerio de Gobernación promueve proyectos para la rehabilitación de los privados de libertad, para que puedan optar a una segunda oportunidad y ser reinsertados a la sociedad.
Actualmente, la cárcel de máxima seguridad Pavoncito, ubicada en Fraijanes, departamento de Guatemala, cuenta con una población reclusa de alrededor de 2000 hombres, quienes ocupan su tiempo en la elaboración de productos que les permita generar ingresos económicos para ellos y sus
familias.
Varios son los oficios que realizan los reos: panadería, serigrafía, carpintería, herrería, elaboración de hamacas y de bolsas de nailon para damas. Además, otros continúan con sus estudios de nivel primario y diversificado.
Asimismo, las autoridades penitenciarias buscan el cero ocio en la población reclusa y que ocupen su tiempo en actividades que les permita obtener oportunidades de trabajo al salir de la prisión.
Gracias a que los reos han aprendido dichos oficios, cuando se requiere una reparación de las estructuras o espacios públicos ellos mismos se encargan del trabajo. Además se dedican a la elaboración de alimentos, que son comercializados y para el consumo propio.
Durante la emergencia sanitaria causada por el Covid-19, el SP, por medio del Departamento Productivo Laboral, ha implementado las medidas de bioseguridad para garantizar la salud de los reclusos y la regulación de las visitas, con el fin de evitar los contagios de la enfermedad en todos los centros carcelarios del país.