Diana Herrera [email protected]
El Decreto 86-96 nace para instaurar el 26 de noviembre el Día Nacional Garífuna, para preservar y mantener esta importante cultura en el país. Los garífunas y afrodescendientes en Guatemala representan a la diversidad étnica de nuestro país, y a pesar de ello, el tema es poco abordado en nuestra cotidianidad.
Únicamente, algunos guatemaltecos tienen la suerte de presenciar esta cultura, desde el aspecto folcrórico, disfrutando de bailes, comidas y experiencias de turismo en Livingston. Desde que se aprobó por decreto su Día Nacional, ha representado mayores avances en reconocimiento de derechos específicos para el pueblo garífuna. Tomando relevancia, especialmente la mujer garífuna, a la etnia garífuna también le impacta, las consecuencias de la inclusión, y tiene como una obligación impulsada por la falta de oportunidades ecónomicas, la migración hacia los Estados Unidos, principalmente a Nueva York, cuyo fenómeno y población migrante se ha incrementado en esta última década. Retomando datos históricos, el pueblo garífuna se asentó en el territorio guatemalteco desde hace más de 216 años, gracias a su derecho de tierra obtenido por el servicio militar prestado a la Capitanía General de Guatemala.
El 26 de noviembre es el Día Nacional Garífuna.
Es por esa razón que nace el Decreto 86-96 para instaurar el 26 de noviembre el Día Nacional Garífuna, celebrando a la vez, el significado de los Acuerdos de Paz en dónde fueron reconocidos como grupo étnico por primera vez. El idioma garífuna, junto con la danza y su música fueron proclamados por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2011.
Los colores distintivos de la cultura garífuna en su bandera son el amarillo, negro y blanco, que hacen una simbología de armonía de la unión del indígena arawako, y el negro africano, en la Isla de San Vicente. Pero obviamente hay diversas teorías, que son muy amenas de escucharlas por las abuelas garífunas. La diversidad debe ser motivo de riqueza, y el término multicultural y pluricultural debe ser abordado desde una visión complementaria, incluyendo también a la población garífuna y afrodescendiente, quienes también han dejado legado importante en nuestro país, a través de la preservación de su idioma, cultura, poesía, arte culinario, entre otros.
