Para muchos una comida estará incompleta sin el pan como el acompañante ideal en sus diversas presentaciones. Finalmente, es delicioso y puede enriquecer el platillo a la perfección, es una fuente de energía y fibra para el organismo y parte esencial en la dieta, por su aporte en hierro, vitaminas, especialmente del complejo B y calcio para mantener saludables los dientes y los huesos.
Entonces, como en todo, la elección es básica porque la calidad estará en el tipo de pan seleccionado y lo que se le agregue o unte al mismo, porque nos agrada con jaleas, mermeladas, queso, jamones, verduras como pepino, tomate, zanahoria. Entonces, según nuestra elección, será diferente para dejar de considerar que no es el mismo pan el que engorda, sino lo que se le añade. El pan integral o negro contiene niveles más altos de fibra, es más rico en proteínas, aunque, al blanco al agregarle huevos o leche al pan se permite aumentar el valor nutricional y proteico del mismo pan. En la panificación, el pan elaborado con diversos granos como cebada, trigo, centeno, salvado, maíz, entre otros. Asimismo, es condimentado con especias como la canela, el comino, el tomillo, etc. que aportan sabores y aromas variados, además de hierbas o frutas secas o deshidratadas, entre mil opciones más.
El pan, además de la harina y el líquido como agua o leche, también emplean levaduras o bicarbonato de sodio para lograr el crecimiento de la masa permitiendo así esponjar. En algunos casos estas contienen preservantes y particularmente en el pan blanco se adicionan blanqueadores de harina. Otro ingrediente primordial es la sal en pequeñas cantidades para contribuir a que el gluten sea más maleable y a potenciar su sabor, pero se debe revisar por el nivel de sodio que aporta a la dieta. Algunas variedades contienen grasas en cantidades pequeñas para reforzar la panificación, estas generalmente son de origen vegetal y dan mayor elasticidad a la masa, atrapando las burbujas para dar ligereza y un aumento en el tamaño del pan.
Los cereales integrales son apreciados en la dieta por ser más nutritivos. En la mayoría de los cereales, el tamizado consiste en eliminar la capa externa o salvado y el germen del endosperma para elaborar la harina. La razón principal es porque esta separación logra darle más vida útil a la harina porque los aceites del germen se oxidan y se ponen rancios en breve. Como resultado se obtienen harinas refinadas a las que se les ha eliminado el salvado.
Entre las variantes de cereales están la avena, la cebada, el centeno y el trigo.
La harina de avena es alta en aceite y proteínas. La fibra soluble que contiene la avena ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre. La cebada, el maíz también están incluidos. La harina de trigo puede ser dura o suave de acuerdo con su contenido de gluten y se prefiere la harina dura para la elaboración de panes. El centeno, es un pan negro, pesado y húmedo. Por tanto, disfrute de las bondades del pan integral en sus comidas.