Mandó a Noruega al infierno de la eliminación.
Un gol de Steven Bergwijn y otro de Memphis Depay, casi al final del partido le dieron a Países Bajos la clasificación directa para el Mundial de Catar 2022 y mandaron a Noruega al infierno de la eliminación, ya que ni siquiera jugará la repesca debido a que Turquía venció en su duelo a Montenegro.
El billete para la cita mundialista es, sobre todo, un alivio para los hombres de Louis van Gaal, quien tuvo que ver el partido desde la grada y en silla de ruedas, por una caída de bicicleta que sufrió hace dos días.
El fantasma de la eliminación se ha paseado por la concentración de la Oranje, desde que el sábado pasado en 10 minutos dejara ir una ventaja de 0-2 contra Montenegro y el partido terminara tablas.
Ese resultado, en Podgorica, la obligaba ayer a conseguir al menos un empate, y tenía en frente a Noruega que se jugaba la vida sin Erling Haaland, baja por lesión.
Mientras tanto, las noticias que llegaban desde Podgorica no eran buenas para ninguna de las dos selecciones. Turquía, que comenzó perdiendo con Montenegro, remontó y se puso por delante a partir del minuto 60, poniendo bajo más presión a Países Bajos y a Noruega.
Depay falló en el 77’ una ocasión de oro por partida doble. Luego de recibir un centro de Bergwijn, el primer disparo del barcelonista dio en un defensa y el segundo se fue fuera. La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo, pues un gol de los noruegos dejaba a los neerlandeses fuera del Mundial y de la repesca.
Por el juego desplegado, Países Bajos se merecía la clasificación y encontró premio en los últimos minutos. Daley Blind se la dejó a Danjuma y este, de espaldas en la media luna del área, se la cedió a Bergwijn, quien venía por la derecha como una bala y totalmente solo. Sin pararla y al primer toque el extremo fusiló al guardameta por arriba, en el 84’.
Con Noruega lanzándose al ataque a la desesperada, la estocada final llegó en el descuento. Virgil van Dijk despejó un saque de esquina y Bergwijn recorrió más de 40 metros con la pelota, totalmente solo. Se encontró con el portero, se la cedió a Depay y el delantero barcelonista marcó el definitivo 2-0. Van Gaal, desde la grada, respiró con alivio.