Las hierbas son útiles para cocinar y para muchos el encanto va más allá de agregarlas a las comidas, porque se disfruta de cultivarlas y de cortarlas en el preciso momento de su uso.
Una visita al mercado permitirá adquirir las hierbas frescas, quizás incluso tocarlas u olerlas para percibir sus aromas particulares, y garantizar el buen sabor. Me agradan los mercados, porque brindan la oportunidad de encontrar más variedad. Podría pasar horas conversando con las señoras, quienes conocen todas las virtudes de las hierbas, las diferencias de una a otra, sus usos culinarios y medicinales, porque su experiencia es de años, siempre las han vendido; ellas crecieron acompañando a su mamá o abuela en el puesto, las conocen de la mejor manera.
Cuando las adquirimos empacadas, incluso es posible frotarlas dentro de la bolsa para percibir sus aromas y frescura. Si están en manojo, revise tanto las hojas como los extremos de los tallos donde se acumula la humedad y empiezan a mostrar su deterioro.
Nada mejor que tener las hierbas sembradas en el jardín.
Nada mejor que tener las hierbas sembradas en el jardín. En el mercado, también podrá comprar las macetas. Preste atención a la limpieza y almacenamiento de las hierbas frescas, antes de usarlas, retire la suciedad, lave y seque completamente para que le sea fácil cortarlas, pero evite lavarlas si las va a guardar porque mientras más secas estén, mejor se preservan.
Generalmente duran una semana en refrigeración, aunque con los días bajará la intensidad de sus aromas, las hierbas con hojas más resistentes como el romero duran dos semanas. Si la receta indica una cucharada de hierbas refiere a las hojas sin los tallos, además generalmente estos saben a las hojas, pero su textura no es agradable por lo que se recomienda dejar de agregar a las comidas. Al cortarlas antes de agregarlas a la comida, se garantiza su frescura y colorido, porque la mayoría de las mismas se oxidan u oscurecen en breve, dejando de ser apetecibles.
Considere también la forma de cortar las hierbas, si pica de forma gruesa, lucirán agradables en el plato, sus sabores se reconocerán fácilmente y se fusionarán de poco con el resto de los sabores, mientras que si las pica finamente, los sabores se integrarán rápidamente y ofrecerán sabores integrados y menos intensos, aunque serán irreconocibles a la vista.
El gusto personal siempre guiará al momento de incorporar las hierbas en las preparaciones, entonces, corte una hoja, huela, defina sus aromas, vaya de menos a más, si son secas será al principio de la cocción, pruebe, defina si es necesario agregar más hasta que quede complacido. Si son hierbas frescas agregue en el último momento, aunque el secreto está en el balance de los sabores, como por ejemplo los robustos con los delicados. Todo es un aprendizaje para reconocer con propiedad las combinaciones adecuadas, las interacciones de los sabores en el platillo.