En el marco del Día del Corrector de Textos, se reconoce trabajo de profesionales.
En el proceso de producción de materiales escritos, la corrección de textos es una de las funciones más importantes, porque garantiza el uso apropiado del lenguaje.
El Día del Corrector de Textos surgió por iniciativa de la Fundación Litterae, como un homenaje para quienes se dedican a la delicada labor de cuidar la pulcritud de los escritos.
“Se escogió el 27 de octubre, porque ese día se celebra el natalicio del filósofo, teólogo y humanista holandés Erasmo de Rotterdam, quien dedicó parte de su vida a la corrección de textos en latín”, relata la Fundación citada.
“Los instrumentos del corrector son la gramática y el diccionario”, dice el profesor Víctor González Robles, especialista en ese campo. “Pero lo más importante es la base cultural, que debe ser amplia y profunda, para realizar el trabajo con propiedad y eficiencia”, agrega.
“El idioma oficial de Guatemala es el español”, cita la Constitución Política de la República. Las lenguas vernáculas forman parte del patrimonio cultural de la nación. El concepto clave El concepto clave que dirige el trabajo es el de “corrección”. Definir ese concepto puede originar una multiplicidad de opiniones, pero es preciso dar una definición operativa: una forma es correcta cuando se ciñe a las normas de la gramática.
La gramática moderna tiene un enfoque estructural. Esto significa que estudia las formas y no los significados. En la gramática antigua, el enfoque era semántico.
“Se escogió el 27 de octubre, porque ese día se celebra el natalicio del filósofo, teólogo y humanista holandés Erasmo de Rotterdam.”
Fundación Litterae
El fundador del estudio estructuralista de la lengua fue el francés Ferdinand de Saussure, quien fijó las bases de la lingüística moderna. También hicieron aportaciones Amado Alonso y Andrés Bello.
“La estructura de la oración, la articulación de sujeto y predicado, la definición y las funciones de las partes de la oración están enfocadas con este criterio”, según la profesora Mabel Manacorda de Rosetti. Hay una gramática positiva y otra normativa.
El corrector de textos vigila que los escritos cumplan con las normas gramaticales, que abarcan tanto la ortografía, como la sintaxis. También cuida el uso apropiado de las palabras. El uso inapropiado de las palabras no solo genera confusión ,sino que debilita la fuerza expresiva del texto.
2 instrumentos dispone el corrector: la gramática y el diccionario.
“El trabajo básico del corrector de textos es enmendar los ‘dedazos’ del escritor, aunque también revisa la ortografía, redacción y el estilo”, menciona el profesor Servando Pineda. “Además, procura detener gazapos y redundancias, que lamentablemente son muy comunes en los medios”, concluye.