Un gol de Piqué en la primera parte dio la victoria por la mínima al Barcelona contra el Dinamo de Kiev (1-0) y mantiene con vida al conjunto azulgrana en la Liga de Campeones, donde logró sus primeros puntos en un partido que mereció ganar, pese a protagonizar otra actuación más que discreta. El Barsa fue muy superior al joven equipo de Lucescu, incapaz de poner en aprietos a Ter Stegen, pero que logró mantenerse con opciones de puntuar en el Camp Nou hasta el final y que fue ganando en confianza a medida que la escuadra catalana, falta de chispa y de recursos, se dejó invadir por el tedio hasta contagiar a su afición.
Koeman volvió a apostar por Dest de extremo derecho en el 4-3-3 que había probado con éxito ante el Valencia, pero esta vez el estadounidense contó como compañeros en el tridente ofensivo con Memphis y Luuk de Jong en lugar de Ansu Fati, una diferencia más que sensible respecto al último encuentro liguero.
Pasaba ya media hora de partido y Koeman empezaba a perder la paciencia debido a la falta de puntería de su equipo. Así que llamó a calentar a Ansu Fati y Coutinho ante el júbilo del Camp Nou.
Pero ambos apenas habían empezado a correr la banda cuando aparecía Piqué para rematar, tirándose al suelo y conectando violentamente con la derecha otro centro de Alba al fondo de la red.
El Barsa, que no acabó pidiendo la hora, pero sí pitado por parte del Camp Nou, que ni siquiera pudo consolarse con la entrada de Agüero en la recta final.
Barcelona, EFE.