El famoso dicho es: “Entre broma y broma, la verdad se asoma”, y yo le añado “y ahí está Norm Macdonald para contarla”. Norm es parte de la realeza de la comedia satírica de Estados Unidos (a pesar de ser canadiense).
Es uno de los exponentes del sarcasmo más adorado por su público y otros comediantes, y odiado por cualquier otra persona.
Según Conan O’Brien, es “el tío pervertido”; así como a criterio de Howard Stern, “un tipo completamente loco”; en decir de Joe Rogan, “un genio”, y para Jim Carey, “el mejor”.
Es parte del extraordinario elenco de Saturday Night Live de mediados de los noventa junto con Adam Sandler, Chris Rock, David Spade y Rob Schneider.
Es parte del extraordinario elenco de Saturday Night Live de mediados de los noventa junto con Adam Sandler.
Y si existiera el cielo de los comediantes, estaría dando las noticias de la semana burlándose de O. J. Simpson, Madonna y Frank Stallone, mientras Chris Farley espera tras bambalinas para interpretar su monólogo que finaliza con la frase “in a van down by the river”.
Es el invitado en uno de los episodios más cálidos de Comedians In Cars Getting Coffee, en el que le dice a Jerry Seinfeld: “Un amigo me dijo que lo peor del escándalo de Bill Cosby fue la hipocresía. Yo estoy en desacuerdo, pienso que fueron las violaciones”.
Es la escena en su sitcom Norm, en la que entra por equivocación a una sesión de Necrofílicos Anónimos y les grita: “Si me muero, aléjense de mí”.
Es su programa de Netflix Norm Macdonald Has a Show, en el que le pregunta a Drew Barrymore si sigue consumiendo cocaína y hace reir (y avergonzarse) a David Letterman con más de un par de chistes malísimos.
Es la triste noticia de su adiós final hace un mes, debido a cáncer. Es a quien Dave Chapelle le dedica su último y controversial especial Closer, que está a punto de ser víctima de la cultura de cancelación, así que corre a verlo en Netflix.
Y es este texto en el que cambié el “fue” por el “es”, porque Norm vive en los cientos de videos colgados en Youtube en donde relata bromas, molesta a otros invitados en programas de entrevistas o, sencillamente, dice estupideces.
Escribo parte de esta columna en mi cumpleaños 45, un día en el que no quiero caer en las garras de los recuerdos oscuros. ¿Y cómo lo evito? Veo videos de Norm, como en el que relata el chiste: “Me dan lástima los perros de los indigentes, porque sabes que el animal está pensando: ¡Es la salida a caminar más larga del mundo!”.
Hasta siempre Norn, el comediante que le temió a nada.
