Para garantizar un espacio adecuado, diferenciado y digno a los niños y adolescentes no acompañados, la Secretaría de Bienestar Social (SBS), con apoyo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), su socio Misioneros de San Carlos Scalabrinianos y los gobiernos de Suecia y Estados Unidos, remozó la Casa Nuestras Raíces de Quetzaltenango.
El secretario de Bienestar Social, Carlos Francisco Molina, informó que hasta septiembre del 2021 han sido retornados de México y Estados Unidos, 5 341 niños y adolescentes no acompañados, de los cuales 2 981, el 56 por ciento, han sido atendidos en la Casa Nuestras Raíces de Quetzaltenango.
El funcionario detalló que dentro de las acciones que se implementan está el Modelo de Atención y Protección a la Niñez y Adolescencia No Acompañada en Contexto Migratorio, la actualización de protocolos de intervención a través de la generación de guías para el abordaje diferenciado y el apoyo con más recurso humano para la atención médica y psicosocial.
“Se ha entregado la dotación kits humanitarios y lúdicos para niñas, niños y adolescentes, así como la implementación de un innovador sistema de gestión de información que facilita el registro y seguimiento de casos de niñez migrante, así como la búsqueda de familias y su reunificación”, refirió Molina.
Por su parte, la representante adjunta de Unicer, Lone Havss, indicó que el remozamiento responde al aumento del número de niños y adolescentes que son retornados y forma parte del “Modelo de Atención y Protección a la Niñez y Adolescencia No Acompañada en Contexto Migratorio” que implementó la SBS y que Unicef apoya junto con sus socios y donantes.