La reunión del G20, extraordinaria, celebrada virtualmente ayer desde Italia, donde se abordó la forma conjunta de afrontar la crisis en Afganistán, fue calificada de fundamental para evitar una catástrofe humanitaria, cuando hay “un millón de niños que padecen malnutrición aguda y corren el riesgo de morir”, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró que trabajará estrechamente con la comunidad internacional para apoyar al pueblo afgano a través de canales diplomáticos, humanitarios y económicos.
Según un comunicado enviado por la Casa Blanca, “Estados Unidos sigue comprometido para trabajar estrechamente con la comunidad internacional y emplear los medios diplomáticos, humanitarios y económicos para encarar la situación en Afganistán y apoyar al pueblo afgano”.
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millón de
niños padece malnutrición.
Entre otros objetivos, la cumbre pretende alcanzar un acuerdo para destinar fondos al país, pero evitando el régimen talibán, para lo cual han sido invitados también a la reunión representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), además de los países vecinos.
“Hay un millón de niños que padecen malnutrición aguda y corren el riesgo de morir debido a la situación actual. Hay que hacerlo pronto, no en meses ni años, sino días, o nos enfrentaremos a una catástrofe humanitaria”, explicó Andrea Iacomini, portavoz de la Unicef.
A ello se suma que hay “una grave sequía y el retorno de epidemias como el sarampión, con 14 millones de personas que se enfrentan a inseguridad alimentaria generalizada y que el 95 por ciento de las familias no consume suficiente comida”, puntualizó.