Las niñas están rompiendo los límites y las barreras que imponen los estereotipos y la exclusión. Ejemplo de ello es este grupo de pequeñas que, a su corta edad, sueñan con ser profesionales y brillar en escenarios mediante sus dotes de danza y música.
De acuerdo con Mauricio Ismael Fernández, director de la Escuela de Danza Antonio Crespo Morales, el ballet requiere disciplina y buena técnica, además de talento. Estas son las claves secretas del éxito, comentó.
Actualmente, la escuela imparte clases a un grupo de 45 niños que oscilan entre 2 años y medio y 15; en su mayoría, mujeres.
“Me encanta el ballet y me esfuerzo mucho para aprender. Lo que más me gusta es el estiramiento de las mariposas.”Giselle Calderón Alumna de 5 años
Fernández explicó que hay diferentes áreas en el aprendizaje de la danza. Las más pequeñas aprenden danza creativa, un tipo de movimiento más natural, juegos y diversión.
Luego entran en un área de pre-ballet, en la cual desarrollan la flexibilidad, musicalidad, fuerza, dominio propio y concentración.
“Me siento muy feliz por las niñas de todo el mundo, porque pueden lograr lo que se propongan.”Alana Barrios Alumna de 8 años
Después viene el área profesional, en la que se adquieren los 57 movimientos básicos del ballet, para luego desarrollar su aprendizaje en compañías como bailarinas profesionales.
“Es una formación muy dura, complicada, tanto física como psicológicamente. Es un entreno similar al militar. Tenemos que forzar la musculatura casi al punto del llanto”, refiró Fernández.
Violinista
Una de las niñas que buscan romper las barreras de la desigualdad es Alana Barrios, de 8 años de edad, quien interpreta magistralmente el violín. “Yo quería tocar un instrumento, pero no quería algo sencillo; por ello me decidí por un instrumento que pocas personas pueden tocar”, contó Alana.
Hace tres años se inició en el mundo de la música. Actualmente, pertenece al coro de niñas de la parroquia San Antonio María Claret.
“Ellas sueñan con ser bailarinas del Ballet Guatemala.”Mauricio Ismael Fernández Director Escuela de Danza Antonio Crespo
Gabriela Mazariegos, maestra de la Academia Pincelada Musical, le imparte las clases de violín a Alana; hoy, de forma virtual por la pandemia.
Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer es primordial. Solo garantizando el pleno derecho de mujeres y niñas, Guatemala alcanzará la equidad social y la inclusión. No existe otro camino.