La decisión de El Salvador sobre adoptar el bitcóin como moneda de curso legal en el país, hace un mes, “entraña riesgos importantes” para su economía, como comprometer el sistema monetario salvadoreño, la integridad de su sector financiero y mermar la capacidad recaudatoria del Estado, según un estudio publicado ayer por el Banco de España.
El Salvador se convirtió, el 7 de septiembre pasado, en el primer país del mundo donde el bitcóin es moneda legal de pago, junto al dólar estadounidense, de acuerdo con la legislación aprobada en junio último.
7
de septiembre inició el uso de la criptomoneda.
Según Sergio Gorjón, autor del estudio, dicho proyecto “está rodeado de numerosas incertidumbres prácticas, que ofrecen dudas acerca de la evolución de la iniciativa a medio plazo”, aunque sea una decisión que convierte a El Salvador en “campo de pruebas para jurisdicciones con monedas débiles o plenamente dolarizadas que aspiran a independizarse del dólar” estadounidense.
Explica que “no es fácil dilucidar quién asume en realidad el riesgo de tipo de cambio derivado de las fluctuaciones del bitcóin en el mercado” y que, en última instancia, podría repercutir en un eventual quebranto sobre la ciudadanía en forma de impuestos. El texto también refleja la incógnita sobre “la capacidad real del mercado para desarrollarse y estar en disposición de satisfacer las necesidades de sus potenciales usuarios”.