La región centroamericana ha sido calificada y considerada una de las áreas más vulnerables del mundo ante los efectos del cambio climático, al ser impactada por fenómenos hidrometeorológicos como sequías e inundaciones, lo que profundiza vulnerabilidades ambientales, sociales, económicas y productivas, y pone en riesgo la seguridad alimentaria de la población.
Para abordar estos impactos, Mario Rojas Espino, ministro de Ambiente y Recursos Naturales, en su calidad de presidente pro tempore de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), se reunió con el ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación, José Ángel López, el secretario ejecutivo de CCAD, Jair Urriola, y Lucrecia Rodríguez, secretaria ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano.
“Nuestros países son altamente vulnerables a los eventos atmosféricos, lo cual limita su desarrollo.” Mario Rojas Espino Ministro de Ambiente
El objetivo del encuentro fue avanzar en la construcción de una agenda multisectorial en temas de agricultura y medioambiente. Asimismo, analizar la postura que los países que conforman el Sistema de Integración Centroamericana (Sica) presentarán ante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que se llevará a cabo en Glasgow, Escocia, en noviembre próximo.
La visión de Rojas Espino es posicionar a la región como una sola voz en las negociaciones climáticas. “Nuestros países son altamente vulnerables a los eventos atmosféricos, lo cual limita el desarrollo de las naciones”, reiteró Rojas Espino durante el encuentro.
2030
es el año en el
que se contempla la restauración de 10 millones de hectáreas
de tierra en la región.
Ambos ministros destacaron la importancia de que la región presente una posición fuerte en la COP26, a fin de lograr el financiamiento que se requiere para hacer frente a las acciones de mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático.
Durante la reunión, los funcionarios conocieron el avance de la iniciativa para el sector de la agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra (Afolu, en inglés), proyecto que busca restaurar para 2030, 10 millones de hectáreas de tierras degradadas en la región.