Como el resto del mundo, Latinoamérica enfrenta problemas de gran envergadura, acrecentados por la crisis causada por la pandemia de Covid-19, la cual hizo estragos socioeconómicos en cada país.
En el caso de Guatemala, el sector de la economía informal, las micro, pequeñas y medianas empresas y las familias pobres, todos golpeados por el coronavirus, han sido atendidos con programas específicos por parte del Gobierno de la República.
Sin embargo, ello es insuficiente para solucionar los desafíos, ya que los daños de la pandemia son profundos, a los que se han sumado los causados por las recientes tormentas tropicales Eta e Iota.
Por ello, en el marco de la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se efectuó en México, el presidente Alejandro
Giammattei hizo un llamado a la unidad de la región para enfrentar el Covid-19 y el cambio climático, y en relación con la atención a los efectos de la crisis sanitaria, recalcó que los países con menor poder adquisitivo necesitan acceso equitativo a las vacunas.
En el ámbito nacional, el Ejecutivo ha hecho lo propio para comprar fármacos y la gestión de estos ante naciones amigas, que han respondido con donaciones del biológico. Todo ello para avanzar en el Plan Nacional de Vacunación contra el Covid-19, y se continúa trabajando en la creación de oportunidades para fomentar y atraer más inversiones al país, y así seguir con los proyectos de reactivación económica.
Otro problema que ha impactado a la nación es la desnutrición que sufren miles de niños, lo cual se ha complicado por los efectos del coronavirus y las citadas tormentas. Por eso, Guatemala insiste en la necesidad de la unidad y solidaridad entre los Estados, para que en bloque se eleven planes estratégicos a instancias globales como la ONU y los organismos de cooperación financiera, con la finalidad de lograr apoyo a proyectos y programas integrales que atiendan la crisis.