Si algo tiene Marvel, con este éxito masivo alcanzado, es que aprovechará su Multiverso para explorar las narrativas que le convengan en los próximos años para afianzarse de más poder económico. No se puede dar la espalda a millones de dólares a potenciales nuevos productos, historias y superhéroes que vengan de cualquier parte del mundo para darnos la ilusión de un mundo más inclusivo en apariencia mientras en la realidad actores y corporaciones se tiran los platos en los tribunales y redes sociales.
Esta nueva serie, la cuarta del año por parte del gigante de Marvel, es What If, La nueva entrega, cuya razón es meterse unos cuantos millones más al bolsillo, es encontrarle los “tres pies al gato” para que Disney venda al bicho raro en su plataforma y tenga más millones. Por el otro lado, la serie no aporta nada a la narrativa, pero a alguien se le ocurrió la idea, se la compraron y hoy es millonario; bien por él.
Ni modo, la serie está aquí, así que si nos dejamos embaucar por la treta financiera y le entramos a cada una de las historias; hasta el momento, van cuatro episodios, las posibilidades de jugar con las diferentes líneas narrativas es un ejercicio interesante, aunque en la práctica sea la espera mientras viene lo que sigue. En total serán 18 capítulos repartidos en dos temporadas en los que explorarán posibilidades como, por ejemplo, qué pasaría si el Capitán América no hubiera existido, o si Tony Stark hubiera muerto por una sobredosis de paladio, y qué hubiera pasado si T’Challa fuera secuestrado por los Saqueadores en vez de Peter Quill, y así nos podemos ir.
La serie no aporta nada a la narrativa, pero a alguien se le ocurrió la idea.
Uno de los grandes aciertos de la serie es que cuenta con la mayoría de actores que salieron en las películas originales como, por ejemplo: Samuel L. Jackson, Michael Douglas, Jeremy Renner, Tom Hiddleston, Sebastian Stan, Josh Brolin, Mark Ruffalo y Chadwick Bossman antes de que enfermara y falleciera.
Es así que en algunos capítulos encontramos disparates como un Thanos que es un saqueador que intenta hacer el bien y que tiene teorías conspirativas “Tarantinescas” sobre un genocidio selectivo para mejorar a la población del Universo. Solo por mencionar un ejemplo.
Con todo ese hipnotismo publicitario, What If encanta por sus historias, disparates y aventuras que en el más noble de los casos podemos consumirlas bajo esa excusa: divertimento puro y sano. Otro aspecto que resaltar es que los protagonistas son los actores secundarios y los grandes héroes son los menos especiales, glamorosos, poco carismáticos y víctimas de las circunstancias más que tener una mera convicción que los originales. Imperfectos y desubicados, intentan estar a la altura de las circunstancias.
Con todo y lo que acarrea esta serie, puede o no gustarnos el ensayo que Marvel hizo al “darnos de comer con sus propios dedos”. Es decir, podemos pasar el resto de nuestra vida sin ponerle atención a What If…
pero ¿y si nos gusta?