Frank Gálvez
Locutor y periodista
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La semana pasada me encontraba trabajando en la laptop cuando recibí una notificación indicándome que había un nuevo correo en mi bandeja de entrada. Al revisarlo, el titulo me llamó poderosamente la atención: “Oye, pervertido. Tengo un mensaje para ti ;)”.
En él se me afirmaba que un hacker había tenido acceso a mis archivos íntimos por medio de sitios para adultos, indicando que tenía 36 horas para “Salvar mi Reputación”, siempre y cuando depositara 0,016 de Bitcoin a su cuenta, de lo contrario, “…tus seres queridos obtendrán estos registros. Tengo toda la información sobre ti, no es una broma.”
Con la conciencia limpia y el conocimiento necesario para afrontarlo, recordé dos canales de YouTube que sigo desde hace tiempo: Ben Taylor, con su @PleasantGreen, donde combate numerosos chantajes internacionales mientras realiza trabajo comunitario en diversos países; y @JimBrowning (alias de un YouTuber anónimo de Irlanda del Norte), cuyo contenido se centra principalmente en estafas y en ayudar a aquellos que han caído en estas. Ellos son lo que podemos denominar hackers de ‘sombrero blanco’ y han trabajado con numerosas agencias de justicia alrededor del globo. Ambos recomiendan no perder la calma ante una extorsión y seguir pasos que nos ayuden a identificar cómo fue que ocurrió.
”Realmente no soy un buen material para chantajear.“ Chris Colfer.
Maniobra esencial es verificar si un correo electrónico o teléfono ha sido víctima de una violación de datos; para ello, visitamos haveibeenpwned.com, sitio creado por Troy Hunt (director regional de Microsoft y galardonado profesional en el campo de la ciber seguridad), como una herramienta gratuita para que cualquiera pueda evaluar rápidamente si una cuenta propia en línea se vio comprometida.
Y en efecto, uno de mis correos había sido expuesto: En octubre de 2013, se filtraron 153 millones de cuentas de Adobe; exhibiendo correos, contraseñas y nombres de usuarios. Con esta información, descubrí el engaño del estafador: un bluf para ver si caía en su juego, pues ni siquiera tenía conocimiento de mi contraseña actual. En conclusión, cambié las contraseñas de todas mis cuentas y aumenté la protección utilizando la verificación en dos pasos.
En un mundo globalizado donde la tecnología nos obliga a adaptarnos a su constante evolución, los delincuentes han hallado un mimetismo similar, aprovechándose de nuestros miedos. Cualquiera puede ser una víctima. Pero profesionales como Ben, Jim y Troy trabajan por brindar los recursos necesarios para proteger nuestra libertad digital.