En esta ocasión, el brócoli es nuestro protagonista por su sabor, por ser versátil en la cocina para preparar platillos deliciosos, coloridos, con alturas, texturas y por sobre todo por su valor nutricional.
En estos días en los que estamos más conscientes de nuestra salud, los alimentos que ingerimos juegan un papel primordial en una dieta saludable, más allá de comer por comer, porque debemos alimentarnos; por el contrario, nuestro organismo requiere comidas para funcionar apropiadamente, de manera que considere incluir el brócoli en su dieta.
Por supuesto que la frescura de lo que consumimos juega un papel relevante. Se debe a su vez vencer el mito de que los vegetales son aburridos; por el contrario, además de ser baratos, son la parte importante del plato porque se espera que ocupen la mitad de este, lucirán apetecibles y serán por varias razones indispensables para marcar la diferencia en lo que comemos.
Por tanto, adquiera el brócoli consistente con un color vivo y sus ramilletes compactos. Evite por el contrario comprar los que estén florecidos, secos o amarillentos, porque no estarán frescos.
El brócoli, al igual que la coliflor, el repollo y las coles de Bruselas son miembros de las familias de las crucíferas, plantas que contienen cantidad de fitoquímicos beneficiosos. Es importante considerar que estos conservan sus propiedades, incluso congelados o cocidos. Si el brócoli está tierno, se puede consumir crudo, pero conviene dejar en remojo en agua avinagrada para que salgan los gusanos que podrían estar en los tallos. Primero divídalo en ramilletes, corte el tronco central y pele el tallo con un pelador para retirarle las fibras más duras y de esta manera aprovechar su interior. Tenga presente que cuanto más oscuras son las flores de la planta, mayor es el contenido de vitamina C; es así como una porción de 100 gramos de brócoli al vapor suministra un poco más del requerimiento diario de vitamina C, cantidades apreciables de betacarotenos, que el cuerpo convierte en vitamina A y otros minerales.
Para evitar el sabor fuerte que podría tener, blanquéelo para eliminarlo. Es decir, darle una ebullición de pocos minutos; posteriormente se refrescan, y estarán listos para prepararlos como guste. Cocinar el brócoli es tan sencillo como hornearlo o al vapor, como métodos recomendados antes que hervirlo, porque podría perder parte considerable de la vitamina C que contiene.
Considere servirlo en ensaladas solo o combinado con otras verduras o con manzana verde; va bien con una vinagreta o simplemente con limón, pero las posibilidades son inmensas. En sopas, cremas, salsas, al gratín con queso, con arroz, croquetas o tortitas, con pasta, como una variante del pesto tradicional o como un ingrediente más del batido de la mañana como por ejemplo con zanahoria y manzana. En fin, con un poco de creatividad podrá ver resultados sorprendentes.