Los drones (unidades aéreas no tripuladas) se han convertido en una herramienta tecnológica que, entre sus posibilidades, permite a las fuerzas de seguridad realizar acciones de vigilancia constante para el mantenimiento de la paz, sin necesidad de recursos humanos adicionales.
De esa cuenta, investigadores antinarcóticos del Centro de Información y Registro (CIR), designados a las Fuerzas de Tareas Interinstitucionales Xinca, Chortí y Tecún Umán, participaron recientemente en un curso para operadores de estos dispositivos no tripulados. Desde el Ministerio de Gobernación (Mingob) informaron que el objetivo es intensificar los recursos en reconocimientos aéreos para la ejecución de operativos. Las capacitaciones estuvieron a cargo de la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica (SGAIA) de la Policía Nacional Civil (PNC), y duraron una semana.
La formación de los agentes empezó con la parte teórica, en la cual conocieron piezas y datos aerodinámicos para el adecuado uso de los dispositivos. Además de fortalecer sus capacidades en la lectura de mapas.
Entretanto, en la parte práctica se instruyó a los agentes en la calibración, verificación y sincronización de los sensores del dispositivo.
En esta fase, conocieron la lista de chequeo, la manera correcta de armar los aparatos pieza por pieza, su manipulación en el aire y hasta su adecuado almacenamiento.
Durante la capacitación, los investigadores utilizan el dron Phantom 4 Pro, el mejor en autonomía de vuelo y estabilidad. Los dispositivos cuentan con un vuelo discreto y buena resolución en la imagen.
El rango de alcance de vuelo horizontal es de 2.5 kilómetros y en altitud ronda los 120 metros, dependiendo del área de restricción de vuelo. Estos artefactos pueden llegar a tener gran versatilidad en su uso, ocupándose para salvamento, búsqueda o localización de personas. Entre sus características están el sistema de visión, rango de velocidad, modos de posicionamiento, cámara térmica, sensores, modos de grabación, velocidad y estabilidad.
