El Athletic Club y el Barcelona empataron a un gol en el clásico liguero disputado en San Mamés, en el que los goles de Iñigo Martínez, para los rojiblancos, y de Memphis Depay, para el cuadro azulgrana, pusieron la guinda a la fiesta del futbol que se vivió en “La Catedral”. En el día del regreso del público, después de un año y medio de silencio, los casi 11 mil aficionados que pudieron acudir al estadio bilbaíno disfrutaron de un partido con llegadas a ambas áreas y un ritmo por encima del esperado a estas alturas de temporada.
Después de un volcánico inicio, a partir del cuarto de hora, el partido entró en una fase de equilibrio y a menos revoluciones, en la que fue el Athletic el que más se acercó al área rival.
La insistencia del Athletic encontró premio poco más tarde, en una jugada de estrategia. Muniain sacó un córner por la parte derecha que Iñigo Martínez, al zafarse de la marca de Eric García, cabeceó de manera impecable para colocar el 1-0. Con Griezmann y Memphis bien sujetados en las bandas, y Pedri y De Jong desactivados, el Barsa no encontraba soluciones para neutralizar a un rival que no variaba el plan y seguía apretando muy arriba para tratar de sentenciar.
Pero la calidad de los de Koeman los encaminó primero a lanzar un aviso, con una preciosa vaselina de De Jong que se estrelló en el larguero y, un minuto más tarde, en el 75’, castigar al Athletic con un gran gol de Memphis, a pase de Sergi Roberto, en una jugada iniciada con un robo de Griezmann en el centro del campo que puso el 1-1.
Bilbao, EFE.