Las autoridades chilenas informaron este viernes sobre el desmantelamiento de una banda criminal dedicada al tráfico de migrantes, la cual habría ayudado a ingresar al país a más de 3600 personas, desde Bolivia, por pasos fronterizos no autorizados, incluidos menores de edad.
En total, fueron detenidas nueve personas de distintas nacionalidades, entre venezolanos, bolivianos y chilenos, que cobraban cerca de US $200 a cada migrante para ingresar a Chile y llegar en buses hasta la capital.
“Existió un importante riesgo para la vida de todas las personas que fueron traficadas, considerando que debían cruzar a pie en el desierto a altas horas de la noche y luego permanecer en muchos casos hacinados en casas en Colchane, donde los mantenían hasta que se concretara el viaje a Santiago”, explicó la fiscal Carolina Suazo.
El paso fronterizo entre la pequeña localidad chilena de Colchane y Bolivia, una zona andina a más de 3600 metros de altura sobre el nivel del mar con temperaturas extremas, se ha convertido en los últimos meses en ruta habitual para que extranjeros lleguen a Chile de manera irregular, aunque en lo que va de año ya han fallecido al menos 9 personas.
Ni la pandemia ni la crisis social que se extendió durante más de un año en 2019 han alejado el deseo de migrar a Chile, uno de los países más atractivos dentro de América Latina por su estabilidad política y económica.
Con el objetivo de frenar la entrada ilegal, el presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera, promulgó en abril pasado una nueva ley de migración.
Santiago de Chile, EFE