Por Leston Culajay / Redacción Cultura
En las ferias patronales no pueden faltar las pelotas de tripa de coche, los camiones y capiruchos. En tiempos de pandemia, distintas costumbres se transformaron. Luis Ortiz es un artista con más de 40 años de trayectoria. En 1990 observó que era necesario trabajar para rescatar las costumbres de nuestro país; también, inculcar en las actuales y futuras generaciones el orgullo de ser guatemaltecos.
“En esta época, cuando la tecnología predomina en muchas áreas, nosotros como artistas debemos trabajar día a día para que nuestras tradiciones y costumbres no se pierdan.” Luis Ortiz.
Actualmente tiene un proyecto denominado Juguemos al juego que todos jugamos, que originalmente se iba a presentar como obra de teatro; sin embargo, tuvo que replantear el proyecto debido a la pandemia Covid-19. Ahora se presenta por medio de las plataformas virtuales. El entrevistado indicó: “Me surgió la idea de presentar a diario una fotografía y un video de los juguetes; ya cumplí un año y me di cuenta de que a las personas les gustan estos contenidos, porque les recuerdan su niñez”.
Juguetes de la infancia
El hacedor de arte indica que los juegos tradicionales guatemaltecos se están perdiendo. Ahora desea compartir las experiencias de cómo vivían los patojos en el siglo pasado. Una de las dinámicas que presenta son los juguetes de feria como los camiones de madera, matracas, tambores de botes de leche, chinchines, pitos; además, ronrones elaborados de cartón y plumas. También presenta las famosas guitarras, capiruchos, matracas, trastecitos, las guacamayas que abren y cierran las alas, trompos con pitas de maguey. Para ver sus contenidos, puede visitar el Facebook de Luis Ortiz o comunicarse al teléfono 4149-5361.