“Nada en la vida se consigue sin esfuerzo”, fue la frase elegida por Luis de la Fuente para su Whatsapp el día del partido. Y sin sufrimiento, le faltó añadir. No fue hasta el minuto 115 cuando España logró batir la portería de Japón, gracias a un gran gol de un Marco Asensio que, poniendo el balón con rosca al palo largo, se reivindicó desde el banquillo y asegura la medalla, sacando el billete para la final contra Brasil este sábado (5:00, hora de Guatemala).
Y es que España empezó el partido con dudas. Fallando pases y controles, impropios de jugadores asentados en la élite. Y eso hizo crecer a Japón que dominó más de lo que ninguna otra selección había hecho durante el resto del torneo. Ayudada también por el mal endémico de los de Luis de la Fuente: el gol.
Prórroga, con las fuerzas al límite y Japón lo pudo ganar en el minuto 110. Volvió a aprovechar las dudas de España en los balones parados, y Nakayama a punto estuvo de acertar su disparo en el segundo palo, pero no sobrepasó la marabunta de piernas. Esta vez perdonaron los nipones, pero no Marco Asensio. El balear fue el damnificado para dar entrada a Rafa Mir en el once titular, y no fue hasta el min 83 cuando saltó al terreno de juego; pero siguió el ejemplo del propio Mir en cuartos. Al Asensio poslesión le faltaba la chispa para encarar y chutar, lo que le había llevado hasta la élite, y lo recuperó para las semifinales de los Juegos Olímpicos.
Recibió el balón de Oyarzabal dentro del área, se perfiló hacia la portería y le pegó con rosca al palo largo, imparable para Tani. Medalla asegurada y Brasil espera en la final, el último escollo para repetir el oro logrado en Barcelona 1992.
Tokio, EFE.