El catarí Mutaz Essa Barshim y el italiano Gianmarco Tamberi, medallistas de oro en conjunto en el salto de altura, fueron los primeros atletas que no se colgaron las medallas por sí mismos en el podio, sino que se la impusieron el uno al otro.
Ambos atletas saltaron 2.37 metros en la final del domingo, sin cometer un solo fallo, y una vez que ambos derribaron la varilla 3 veces en 2.39 m, en lugar de desempatar mediante nuevos saltos, acordaron no disputar el desempate y recibir una medalla de oro cada uno.
“¿Podemos tener 2 oros?”, preguntaron al juez después de hablarlo entre ellos. El oficial asintió e inmediatamente los 2 atletas dieron saltos de alegría.
Un día después, durante la ceremonia de entrega de medallas, han multiplicado sus gestos de amistad, abrazándose y elevando al cielo el brazo del otro en señal de reconocimiento mutuo, en presencia del bielorruso Maksim Nedasekau, medallista de bronce.
Tokio, EFE.