Erkan Aytun
Embajador de Turquía en Guatemala
No dudaron ni un minuto en abrir fuego hacia los civiles,
intentaron asesinar al Presidente y atacaron al servicio de inteligencia, policías y unidades de gendarmería así como su red de comunicación.
En esa noche histórica, la cual terminó con 251 pérdidas de preciadas vidas humanas y más de 2,700 ciudadanos heridos, tenía como propósito cambiar forzadamente el orden democrático, secular y social constitucional en Turquía.
Este objetivo no se concretó gracias al triunfo del pueblo y Estado turco que únicamente creyeron en la democracia. Este éxito es una declaración en la historia de la democracia. Este triunfo anunció al mundo entero que el proceso de democratización de Turquía es irreversible. Aún más, impidió las ambiciones globales de una organización dirigida por un líder terrorista, autoproclamado “Imam del Universo” que sus intenciones no se limitaban exclusivamente a Turquía. Solo un estado fuerte como Turquía pudo haber ganado la lucha contra esta organización. Sin embargo, fue difícil y todavía seguimos peleando.
Seguimos defendiendo el Estado de derecho, expandiendo los derechos y libertades conforme nos vayamos sintiendo cómodos sobre nuestro progreso.
Es duro pelear contra un cáncer en metástasis, este proceso riguroso extendido a lo largo de los años es el resultado de una difusión siniestra de FETÖ en Turquía y alrededor del mundo. No obstante, seguimos defendiendo el Estado de derecho, expandiendo los derechos y libertades conforme nos vayamos sintiendo cómodos sobre nuestro progreso.
Así, suspendiendo el estado de emergencia en la primera oportunidad, vemos que FETÖ se presentó como un representante de los valores del Islam moderno escondiendo conceptos de integración y diálogo. De la misma forma, los miembros de FETÖ se dieron a la tarea de crear una percepción que “están expuestos a violaciones de derechos humanos en una rivalidad política”.
Obviamente, juegan con los valores del mundo occidental, pero ¿tienen razón? Solo es necesario que las fuerzas del orden y los servicios de Inteligencia pongan a esta organización terrorista de nueva generación como prioridad, por su propio orden público. Por eso, en últimos meses, investigaciones dentro de las escuelas de FETÖ en los Estados Unidos, conocidas como “escuelas concertadas” y otras actividades de FETÖ se
incrementaron.
Varios países y organismos internacionales han declarado a FETÖ como una organización terrorista. 40 países cerraron escuelas y cursos de idioma afiliados a FETÖ. Nuestra expectativa de nuestros amigos países de Centro América es clara.
Por favor, no permitan que su país sea un nuevo dominio para FETÖ. Sus integrantes abusan de los sistemas de migración buscando el estatus de refugiado con mentiras. Los miembros de FETÖ no debieran recibir refugio, sino que deben de ser extraditados a Turquía con sus bienes congelados y desarrollar nuevas medidas para limitar su propaganda y sus esfuerzos financieros. Cualquier debilidad en la lucha contra FETÖ con diferentes excusas dará pie a otros grupos terroristas con agendas subversivas.
El apoyo de los países de Centroamérica en la lucha contra FETÖ es indispensable en términos de nuestra seguridad y valores de democracia compartidos. Nosotros vimos cómo nuestro Parlamento fue bombardeado. Ustedes no deberían sufrir esa misma abominación. No permitan que hagan lo mismo en Centroamérica.