Mildred M. Trigueros Castillo
La participación es el eje principal de las políticas públicas en materia de juventud; sin embargo, al hacer un pequeño estudio en el tema de los presupuestos participativos que se desarrollan en el país, se observa cómo la gran mayoría de jóvenes está aún al margen de esta experiencia; esto, pese a la importancia que estos instrumentos tienen para su desarrollo.
El presupuesto participativo y las política de juventud tienen como principal objetivo incorporar criterios de pertinencia cultural, priorizar la participación y visibilización para fortalecer las capacidades, habilidades, destrezas y liderazgo en los jóvenes; generar alianzas entre organizaciones juveniles; mejorar la opinión pública sobre los jóvenes; incidir en las autoridades sobre la importancia estratégica de invertir en las nuevas generaciones, y difundir los logros y resultados de las políticas de juventud.
La juventud guatemalteca no solo es el futuro del país, sino también es parte del presente.
En el país, aún no existe mucho estímulo a la participación y expresiones juveniles, situación que limita la visibilidad y largo alcance de lo que desean los jóvenes. La no participación en este tema se aleja de los intereses e inquietudes de las personas jóvenes, lo que quizás explique la inhibición de estos.
Las municipalidades han tenido este acercamiento con los jóvenes, pero no se ha logrado el auge que se pretende, ya que la mayor participación la tienen los adultos, dicha participación tiene que ser de tal manera que los jóvenes puedan ser actores claves de iguales derechos y obligaciones, capaces de asumir un papel protagónico, responsable y decisivo en las labores de prevención y en el impulso de políticas públicas e iniciativas para el desarrollo de la sociedad guatemalteca, en todas sus expresiones.
Esto hace que se cumpla el mandato constitucional de facilitar la participación de la juventud. La juventud guatemalteca no solo es el futuro del país, sino también es parte del presente y representa el futuro humano dentro de la sociedad, la cual está destinada a ser la promotora de cambios sociales, económicos y políticos que se necesitan para sacar avante a Guatemala.
El mayor riesgo de la juventud es no arriesgarse a nada.