El jugador de la Selección Nacional de Futbol Stheven Robles habló para el medio oficial de la Concacaf, y se abrió para confesar parte de la historia de su vida.
Robles, quien nació en la zona 18 capitalina, en uno de los barrios clasificados como zona roja, mencionó que “todos se conocen y saben los movimientos de los vecinos”.
Stheven es el menor de tres hermanos; su mamá, Sandra, era quien lo cuidaba con el temor de que lo involucraran en actos ilegales, por eso siempre lo acompañaba a las canchas.
Robles, al cumplir 12 años, se escapaba de la casa para ir a jugar, y recuerda que comenzó como delantero y después fue que se desempeñó como carrilero o lateral, su posición actual. Su amigo Walfredo lo acompañaba y le pagaba el transporte público y comidas, pues en casa la situación era difícil.
“Mi papá siempre nos daba lo poco que necesitábamos, pero cuando él se fue hubo días que no teníamos ni para comer”, recuerda el futbolista.
Su ascenso fue vertiginoso, después de ser seleccionado para jugar con la categoría Sub-17, fue ascendido para entrenar con el equipo mayor y puesto a disposición del equipo B, en la Primera División.
“Me formé en Comunicaciones y gané el hexacampeonato; por eso, cuando nos enfrentamos a los rojos, hago la señal de los seis títulos”, asegura Robles, quien confesó que en algún momento estuvo cerca de llegar al archirrival. “Esto es un trabajo y uno nunca sabe dónde jugará después”, refirió el jugador.
Le ilusiona la Copa Oro
A sus 25 años, es uno de los más experimentados en la Selección y, aunque ha sido difícil, en poco tiempo haber perdido la final contra Santa Lucía Cotzumalguapa y haber sido eliminado del camino a Qatar 2022, al carrilero le entusiasma jugar la Copa Oro. “Uno siempre sueña con estar en la Selección y, aunque ha sido duro todo por lo que hemos pasado, el futbol siempre te da revanchas y queremos hacer bien las cosas”, confesó.
Este sábado, la bicolor se enfrentará a Guyana en el primer encuentro preliminar y, si avanza, se enfrentará el martes al vencedor entre Bahamas y Guadalupe; en caso de conseguir las dos victorias, jugará en el Grupo C junto a Costa Rica, Jamaica y Surinam.
“Estar con la Selección es otro sentimiento. Además, uno lleva la responsabilidad de muchas personas”, añadió el lateral.
“Hay que estar agradecido, porque si uno piensa en el pasado, se da cuenta de que no tenía nada, y ahora cuenta con cosas que ni se imaginaba”, sentenció Robles.
•Con información de Concacaf
