Juan Everardo Chuc
Wajxaqib’ B’atz es uno de los días del Cholq’ij Mayab’, conocido también como Calendario Maya Lunar, que establecieron los mayas después de estudiar y entender el funcionamiento del universo; este calendario consta de 13 meses de 20 días, que suman 260, en que consta el Cholq’ij.
Los mayas, durante los períodos clásico y posclásico, establecieron varios calendarios, entre los que puedo mencionar: el Cholq’ij, el Ab’, el Choltun y el Wayeb’, entre otros; cada uno de los calendarios con una funcionalidad definida desde el pensamiento maya. Pero, ¿qué es el Wajxaqib’ B’atz? Si tradujéramos literalmente, wajxaquib’ es la representación del número 8, y b’atz significa hilo en los códigos occidentales, pero desde la cosmovisión maya es la potencia y el nahual del nuevo comienzo, famoso también como el Año Nuevo Sagrado Maya y que justamente ayer, 28 de junio de 2021, en los altares mayas se celebró con ceremonias este acontecimiento singular y referente de la cultura ancestral.
Los mayas, durante los períodos clásico y posclásico, establecieron varios calendarios, entre las que puedo mencionar: el Cholq’ij, el Ab’, el Choltun y el Wayeb’.
En el pensamiento maya, en cuanto al tiempo, el nuevo comienzo no necesariamente significa sustitución del anterior, pero sí la posibilidad de imaginarnos un país diferente, un mundo mejor, y en nuestro caso una Guatemala más próspera, sin racismo y sin discriminación, en donde todas y todos los guatemaltecos de ciudadanía tengamos relaciones armónicas y avancemos en la construcción de la patria multilingüe, multiétnica y multicultural, es decir, la patria de todas y todos.
Sirva la presente a la memoria de Andrés Enrique Chuc Saquic, quien en vida fuera mi padre; Luis Enrique Sam Colop (QD), José Serech, Demetrio Cojtí, Cristóbal Cojtí (QD), reverendo Tomás García (QD), Eduardo Pacay, Eusebio Saquic (QD), Fermín Gómez (QD), Adrián Inés Chávez (QD), Mauricio Quixtán (QD), Gregorio Camacho (QD), entre otros y otras, quienes significan para mí pioneros para el reencuentro con el Cholq’ij Mayab’, en particular con la celebración del Wajxaquib’ B’atz, allá por los años 1980, cuando se recibía el Año Nuevo Sagrado Maya con pom, candelas, azúcar, cuilco, entre otros, especialmente en el altar Chokalwa’r, ubicado en San Andrés Xecul, Totonicapán. Así que, ánimo wachalales ajquijab’, a seguir cultivando nuestra espiritualidad, y que conste que no es brujería. Utzil cheke le ajmayib’ pa le k’ak junab’.