Lesley Briceño Valencia
Coordinadora académica Ciencia Política y Políticas Públicas
En este último proceso electoral, en Chile, por primera vez, la ciudadanía ha elegido el cargo de gobernadores regionales y, si bien ya se ha empezado a discutir la necesidad de ampliar sus atribuciones a futuro, los principales desafíos que presentará Rodrigo Díaz y los demás gobernadores se relacionan principalmente con su relación con el delegado presidencial regional. La nueva institucionalidad busca, por un lado, avanzar en la descentralización efectiva y, por otro, que el proceso de toma de decisiones en algunos aspectos se elabore a partir de la realidad local.
Pero a la vez, también surgen dudas en torno a los desafíos que deberán enfrentar las nuevas autoridades. En los últimos días, la discusión se ha centrado en temas domésticos. Sin embargo, esto también pone de manifiesto un fenómeno interesante que empezará a ser habitual en las próximas semanas a nivel nacional: la cohabitación política.
Que en este contexto implica, la relación que se da cuando representantes de dos partidos o conglomerados políticos opuestos deben gobernar. En este caso, un gobernador regional electo democráticamente y, por otro, el delegado presidencial, quien es designado por el Ejecutivo.
Será vital un camino de diálogo y búsqueda de consenso, teniendo en cuenta la diversidad de los proyectos políticos.
Allí será vital un camino de diálogo y búsqueda de consenso teniendo en cuenta la diversidad de los proyectos políticos que puedan estar presentes y además cuáles serán los proyectos emblemáticos que se puedan desarrollar a nivel regional.
Teniendo en cuenta asimismo que deberán convivir en el proceso de toma de decisiones con diferentes funcionarios designados por el poder central como otros que han sido electos, como también con los alcaldes de cada una de las comunas para poder elaborar planes de desarrollo regional adecuados para las realidades particulares de las diferentes regiones de nuestro país.
Pero principalmente, uno de los temas fundamentales tiene que ver con las competencias y atribuciones que tendrá el nuevo cargo. Es de consenso que estas deberán ser ampliadas, especialmente en algunas áreas como la seguridad pública.
La posibilidad de poder elaborar un proyecto de desarrollo regional va más allá de poder