Rafael Argueta
Director Comisión Nacional de Energía Elé[email protected]
La Licitación Abierta PEG-1-2010 fue la primera licitación de largo plazo que se realizó para cumplir con el objetivo de la
diversificación de la matriz energética y la promoción de las inversiones en generación con recursos renovables; además, se consideró también la posibilidad de que hubiese ofertas provenientes de las interconexiones con México y los países de la región Centroamericana, objetivos que fueron contemplados cuando se estableció la política energética para Guatemala.
La convocatoria se publicó en febrero de 2011, concluyendo el proceso en marzo de 2012 con la firma de los contratos. Las tres distribuidoras, Eegsa, Deocsa y Deorsa, se coordinaron para presentarse como un solo bloque de demanda para obtener los beneficios que representa tener un mayor volumen de compra. El objetivo era contratar el suministro de hasta 800 MW de Potencia Garantizada para los usuarios del servicio de distribución final por un plazo de hasta 15 años a partir del 1 de mayo de 2015, además del suministro de energía eléctrica, garantizando un precio eficiente y estable en el largo plazo.
La licitación atrajo la atención de los inversionistas.
Para cumplir con la diversificación de la matriz, se estableció un sistema de cuotas, que planteaba contratar como mínino el 60% de tecnologías con recursos renovables y un máximo de 40% para los recursos no renovables. Las tecnologías de generación consideradas fueron: hidráulica, biomasa, eólica, solar o generación distribuida como recursos renovables y carbón, búnker o gas natural, entre los recursos no renovables. La licitación atrajo la atención de los inversionistas ya que se recibió un total de 1,555 MW correspondientes a 48 plantas de diferentes tecnologías, de las cuales el 44% correspondía a tecnologías con recursos naturales y el 56% a recursos no renovables, casi el doble en las ofertas de lo que se quería contratar.
En esta licitación hubo un mayor interés de las plantas con recursos no renovables, a pesar de que las cuotas de contratación para este tipo de recurso eran menores. El valor máximo de esta contratación era de 320 MW y se recibieron ofertas por 863 megavatios, lo que representaba casi 3 veces la cuota máxima de contratación. En el caso de las ofertas con recursos renovables, la oferta fue de 600 MW.
Estos recursos competían por la cuota de contratación mínima de 480 MW. La razón probable de que no hubiera más ofertas de plantas hidroeléctricas es que durante el proceso de preparación de ofertas coincidió con sabotajes al sistema de transmisión que conectaba a la planta Xacbal y el bloqueo a la construcción de Palo Viejo, lo cual desestimuló a muchos inversionistas. De las ofertas recibidas, se adjudicó un total de 213 MW de energía hidroeléctrica, de los cuales 196 MW fueron de plantas que ofrecieron garantizar potencia y 16 MW de plantas de generadores distribuidos renovables que ofrecían solamente energía. Esta última adjudicación fue muy importante para impulsar la construcción de los pequeños proyectos hidráulicos.