Impulsan el Tour del Tul para recuperar la economía golpeada por la pandemia.
Históricamente, los artesanos que habitan en la cuenca del lago de Atitlán, Sololá, se han caracterizado por la elaboración de artículos diversos a base del tul, una planta nativa acuática de la localidad, cuyos derivados han servido como fuente de ingresos económicos para el lugar.
Además, dicho vegetal es un elemento importante para la conservación del manto acuífero, pues remueve nutrientes del agua, actuando como filtro. Fija carbono, provee de hábitat a múltiples formas de vida microbiana, macroinvertebrados, moluscos, anfibios, peces y aves acuáticas locales y
migratorias.
Sin embargo, debido a la pandemia causada por el Covid-19, los artesanos mermaron su actividad y, en consecuencia, la economía familiar. Además, dicha planta está en peligro de extinción, por lo que es necesario recuperarla.
Todos a la carga
Para superar las pérdidas, los integrantes del Comité de Tuleros de Santiago Atitlán se han unido con el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Atitlán y su Entorno (Amsclae), la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) y el Centro de Estudios Atitlán (CEA), para echar a andar un proyecto novedoso: el Tour del Tul.“Para el Pueblo Tz’utujil, es un gran halago y una gran bendición, ya que esta iniciativa fomenta nuestra economía pero, especialmente, nuestra cultura milenaria”, dice Bartolomé Ajchomajay, alcalde de dicha localidad.
Un proyecto de esta magnitud, apoyado por las autoridades que brindan acompañamiento y asesoramiento, contribuye a mantener viva una herencia de “los ancestros que navegaron por estas aguas y caminaron sabiamente por estas tierras”, agregó Ajchomajay.
Con dicha iniciativa, se dará a conocer la cultura heredada de los antepasados, al dejar plasmadas en el tul diversas prácticas de artesanía que se busca comercializar en un paquete completo.
Mynor Cordón, director del Inguat, afirma que el proyecto implicó organizar talleres para conformar todo el contenido que incluye el tour, pensando en el impacto que pueda causar en la recuperación del turismo local y extranjero, así como la derrama económica que dejaría para la población.
“Este es un atractivo que se suma a todo lo que ya nos ofrece el lago de Atitlán y, al incorporar el tul, que forma parte fundamental de la biodiversidad del manto acuífero, permitirá que este importante recurso hídrico, tenga respiración y protección ante la contaminación”, agregó Cordón.
El funcionario comentó que seguirán apoyando este tipo de iniciativas en beneficio de las comunidades, pues se genera un ingreso digno y una vida digna, y se evita que los guatemaltecos migren de forma irregular.
Así, el objetivo es sembrar y cosechar el tul en las principales playas de la citada fuente hídrica, para continuar fabricando hilo multifilamento, para uso en la moda, la confección de sombreros y petates, así como artículos para decoración, ropa de casa como manteles, servilletas y sábanas.
Investigación científica
De acuerdo con Jorge García, investigador del Centro de Estudios Atitlán, de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG), es importante vincular la tecnología, las ciencias naturales, la ecología y otras disciplinas para medir con drones y sensores la calidad del agua, donde nace, crece y se reproduce el tul.
“Todo esto nos aporta información clave del estado del lago y de los tulares, la que posteriormente es analizada junto a los miembros del Comité de Tuleros, para discutir la evolución de esta importante planta acuática que se reproduce en el lago”.
El tul ha estado presente en el lago por siglos, aportando beneficios para el ecosistema por ser un filtro, pues detiene el ingreso de basura al lago, produce oxígeno y es un hábitat para muchos animales como caracoles, cangrejos, insectos, anfibios, peces y aves.
Los antepasados encontraron en esta planta materia prima para elaborar artesanías como petates o esteras, sopladores, figuras, morrales y, desde entonces, con ello se logró llevar el sustento diario a los hogares.