La escuadra tica no tuvo inconvenientes frente a las chapinas.
La Selección Nacional Femenina de futbol completó ayer los partidos de fogueo que disputó en Costa Rica, frente a la escuadra local, con el segundo duelo de la serie, desarrollado en el Complejo de la Federación Costarricense, con saldo negativo para la bicolor de 4-1.
Si bien, a primera vista podría decirse que la azul y blanco reprobó sus exámenes frente a las ticas (en el primer partido cayó 3-1), también es cierto que en organización nos llevan ventaja y al menos 8 de sus jugadoras ejercen en ligas profesionales fuera de su país.
El técnico de la azul y blanco, Edy Espinoza, presentó ayer una alineación con intención más ofensiva, al alinear desde el silbatazo inicial a Aisha Solórzano, Ana Lucía Martínez, María Amanda Monterroso y Andrea Álvarez.
Sin embargo, los errores en la zona baja fueron los que le costaron recibir 3 anotaciones en la primera mitad, 2 de ellas sobre el final de ese período.
Por la representación costarricense anotaron Shirley Cruz, jugadora del Paris Saint-Germain femenino; Stephannie Blanco, del Deportivo La Coruña; Cristin Granados, de la Asociación Deportiva Moravia, de su país, y Diana Sáenz, del Herediano.
El descuento para la bicolor llegó en el minuto 70 por medio de Álvarez, la máxima goleadora del balompié nacional, luego de recibir un pase filtrado de Martínez, solo tuvo que tocar cuando la portera salía para achicar el espacio.
Ambas selecciones proseguirán su preparación, con miras a la próxima eliminatoria mundialista que llevará a la Copa del Mundo de Australia y Nueva Zelanda 2023. Cuando solo falta que la Concacaf haga el sorteo, se sabe que el proceso arrancará en noviembre de este año. “Para nosotras es valioso jugar contra rivales como el de hoy (ayer); ahora debemos hacer un análisis de los errores cometidos, para no volverlos a hacer”, expuso Álvarez, anotadora del único gol chapín. “La única forma de mejorar es tener fogueos que nos exijan; lamentablemente, no fueron los resultados esperados, pero debemos trabajar para mejorar”, concluyó la atacante.
Por su parte, el técnico Espinoza también habló sobre las falencias del balompié femenino guatemalteco. “La realidad es que no tenemos un futbol profesional. Las muchachas se entrenan un par de días a la semana y muy pocas tienen un buen trabajo, y cuando las llevamos a la Selección debemos ser formadores de algunas de Liga Mayor, no digamos de las Sub-17 o Sub-20, pero le apostamos a formar y desarrollar y creo que vamos por buen camino; lamentablemente, el año pasado la pandemia no nos dejó desarrollar lo planeado, pero vamos en ruta”, sentenció el técnico.