EFE
El mexicano Sergio Pérez (Red Bull) ganó ayer el Gran Premio de Azerbaiyán, el sexto del Mundial de Fórmula Uno, disputado en el circuito urbano de Bakú, la capital del país, donde, a pesar de accidentarse cuando iba primero, su compañero el holandés Max Verstappen mantuvo el liderato del certamen.
Checo, nacido hace 31 años en Guadalajara (Jalisco), ganó por delante del alemán Sebastian Vettel (Aston Martin) y del francés Pierre Gasly (Alpha Tauri) una carrera loca que, por primera vez en la historia acabó decidiéndose a una vuelta; después de la bandera roja que provocó al accidentarse el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) cuando lideraba la prueba, faltando cinco.
El mexicano, que había largado sexto, logró de esta forma su segunda victoria en la F1, después de la del año pasado en Baréin, en el Gran Premio de Sakhir; y la primera desde que pilota en Red Bull. Los españoles Fernando Alonso (Alpine) y Carlos Sainz (Ferrari) acabaron sexto y octavo, respectivamente.
La prueba tuvo un final alocado, pues cuando Verstappen parecía pilotar hacia un triunfo seguro, enlazando vueltas rápidas, su Red Bull sufrió un reventón en el neumático trasero izquierdo, se accidentó el holandés faltando cinco vueltas.
Inicialmente, se decretó entrada en pista del carro de seguridad, pero se cambió después a bandera roja; lo cual provocó unos minutos de total confusión, porque no se sabía si la prueba iba a ser reanudada o no, hasta que poco antes de las 6 de la tarde (las 4 en horario peninsular español) se anunció que se relanzaría desde parrilla a las 6 y 10, aún faltando dos vueltas: la de formación y la decisiva.
Verstappen sigue liderando con 105 puntos, 4 más que Hamilton, y con su triunfo de ayer, Checo ya es tercero en el campeonato, con 69 puntos.
La próxima prueba, el Gran Premio de Francia, se disputará el 20 de junio en el circuito de Le Castellet.