En las arcas de las editoriales de cómics como Marvel y DC se encuentra un tesoro: miles y miles de personajes de cómics. Los famosos como Superman, Ironman y Capitán América generan millones con películas y productos. Pero por cada personaje de marquesina, hay cientos de otros sin usar. ¿Qué sucede con ellos? ¿Puede alguien adquirirlos y usarlos?
Para encontrar la respuesta, es necesario ahondar en el tema de la propiedad intelectual. La propiedad intelectual (también conocida como IP, por sus siglas en inglés) se refiere a las creaciones de la mente, como las invenciones, obras literarias y artísticas; diseños y símbolos, nombres e imágenes utilizados en el comercio. Quien registre la IP primero, es su dueño.
Cada personaje de cómic es una IP distinta, y eso incluye su diseño, su vestimenta, sus historias y un largo etcétera. Para algunos aficionados puede ser difícil escuchar que sus héroes favoritos sean aludidos con términos tan crudos, pero esta es la dura realidad.
“Que no cualquiera puede producir historietas, películas o mercancía con los personajes de Marvel”.
Toda IP está protegida por la ley; por ejemplo, por patentes, derechos de autor y marcas comerciales, que permiten a las personas (o empresas) obtener reconocimiento o beneficio financiero exclusivo de lo que inventan o crean. Por eso es que no cualquiera puede producir historietas, películas o mercancía con los personajes de Marvel. Quien quiera hacerlo, debe contar con expresa autorización o se expone a la ira legal de una de las corporaciones más grandes del planeta.
Y, ¡vaya si no se toman en serio sus propiedades las editoriales! Esto fue lo que comprobaron los anfitriones del podcast Planet Money a principios de este año, cuando contactaron a varias casas editoriales para ver si les vendían alguno de sus muchos personajes que llevan décadas sin ser utilizados. La respuesta fue la misma: una cortés pero tajante negativa. Esto se debe a que en esta fiebre de oro de superhéroes, todos los personajes (sin importar lo poco prometedores que puedan parecer) son considerados como ricos filones en potencia. Eventualmente, Planet Money terminó utilizando un personaje poco conocido, cuyos derechos habían
expirado.
Porque eso es algo muy importante de recordar, y es que esta protección no es ilimitada: tiene una fecha de expiración. La mayoría de los personajes que conocemos están protegidos legalmente hasta por 95 años, a partir de la fecha inicial de su publicación. Superman y Batman, los primeros superhéroes, serán de dominio público en 2033 y 2034, respectivamente, y cualquiera podrá utilizar los diseños originales. Eso quiere decir que si alguno de ustedes soñó con publicar un cómic con aventuras originales de sus héroes favoritos, lo único que tienen que hacer es esperar.