El Parque Regional Municipal San Rafael Pie de La Cuesta, San Marcos, conocido como Refugio del Quetzal, es un área protegida con una extensión territorial de más de 43 hectáreas, registrada en el Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (Sigap), desde 2015. Entre bosques nubosos representativos de la región, existe flora en la cual se ha identificado al menos 72 especies arbustivas y arbóreas; el área además cuenta con 14 nacimientos de agua, de los cuales dos son utilizados para el abastecimiento de comunidades cercanas, donde también al menos 3 mil familias se benefician de plantas medicinales de esta importante área protegida.
Se han registrado 160 especies de aves residentes y migratorias. Sin embargo, de todas las aves registradas en el área, la que resalta por su belleza y connotación cultural es el quetzal, nuestra ave símbolo. El quetzal (Pharomachrus mocinno) es un ave omnívora, se alimenta principalmente de árboles de la familia Lauraceae, hiedras, palmeras, arbustos, entre otras especies, como el aguacatillo, y también se alimenta de insectos, lagartijas, ranas y moluscos. Es un ave monógama, y en época de reproducción tanto el macho como la hembra cuidan a sus polluelos.
Se han registrado 160 especies de aves residentes y migratorias.
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap)ha implementado acciones para apoyar su reproducción y conservación in situ y en completa libertad, con la colocación de “nidos artificiales”, lo cual es catalogado como un resultado exitoso a nivel nacional e internacional, ya que investigadores y científicos de otros países han visitado Guatemala para conocer cómo funciona este modelo para replicarlo en otros países, además ha aumentado la presencia del ave símbolo en el área y esto se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos del Parque Regional Municipal San Rafael Pie de la Cuesta. Un nido artificial es un tronco de la especie conocida por su nombre local como batz, muerto en descomposición, que es colocado a un árbol vivo, es un poco poroso y suave, esto facilita al quetzal para que pueda picarlo y hacer su nido y reproducirse.
La mayoría de nidos en el Parque son nidos artificiales. Los guardarrecursos del Conap colocan estos nidos con 5 o 6 meses de anticipación a la época de anidación, para que puedan familiarizarse con el nido, los observan y monitorean, y sólo cuando las aves se sienten seguras trabajan en ellos para la construcción de sus nidos, la época de anidamiento en este lugar es de febrero a mayo de cada año.
Hace cuatro años se tenía un registro de 15 a 20 parejas, ahora se han registrado entre 35 a 40 parejas, esto demuestra el éxito de los nidos artificiales, y es el Conap el que ha implementado este sistema que muestra resultados positivos; cada año se colocan entre 40 y 50 nidos artificiales.