La Constitución Política de la República es el documento fundamental que suministra los pilares sobre los que se asienta el edificio arquitectónicamente estructurado de la vida de la nación.
En Guatemala rige la llamada “Constitución del 85”, desde el 14 de enero de 1986, fecha en que comienzan, con la administración del presidente Vinicio Cerezo, los gobiernos de la transición hacia la democracia.
“El orden jurídico de un Estado depende por completo de la Constitución”, dice el constitucionalista Jorge Mario García Laguardia. “A ella han de sujetarse por igual los destinatarios del poder y los poderosos: el legislador, el juez, el gobernante, el administrador”.
El punto de partida
Con la declaración de la independencia, el 15 de septiembre de 1821, el Reino de Guatemala llega a su fin y las provincias que lo configuraban inician el camino hacia la conformación de estados independientes.
La unidad política que había sido el Reino, se une al imperio de México, si bien luego, el 1 de julio de 1823, se decreta la independencia absoluta.
El 23 de noviembre de 1824 una asamblea aprueba la Constitución de la Federación de Provincias Unidas del Centro de América. La Federación avanzó en medio de conflictos internos hacia su propia destrucción y después de 1,838 cada una de las provincias tomó el camino de la independencia.
El 21 de abril de 1847, el jefe de Estado Rafael Carrera declara la fundación de la República de Guatemala. El Acta Constitutiva es aprobada ulteriormente, en 1851, por una Asamblea.
En 1878, el gobierno liberal de Justo Rufino Barrios aprueba una Constitución, que dura hasta 1944. La Revolución de Octubre de ese año aprueba en 1945 una nueva Constitución, la cual, a su vez, es sustituida por otra en 1956. En 1965, una Asamblea Constituyente aprueba una nueva Constitución, que permanece vigente hasta 1982.
La actual
En 1984, la Asamblea Nacional Constituyente aprueba la “Constitución del 85”, llamada así porque entró en vigor en 1985, la cual rige hasta nuestros días, aunque con modificaciones.
El documento fue redactado gracias a “…consensos logrados por medio de acuerdos de las fuerzas principales, haciéndose concesiones mutuas que dieron como resultado una redacción flexible, con posibilidad de acomodarla en el futuro”, según explica el expresidente Alejandro Maldonado Aguirre.
La Constitución actual contiene instituciones modernas no contempladas anteriormente, entre ellas la Corte de Constitucionalidad y la figura del Procurador de los Derechos Humanos.
Una crisis política surgida en 1993 dio origen a una consulta popular, realizada en 1994, en la que se aprobaron reformas a la Constitución del 85. Entre las reformas se incluye la reducción del período presidencial de 5 a 4 años.
La Constitución del 85 es también punto de partida de la transición hacia la democracia, cuyo punto final ocurre en 1998, cuando las agrupaciones que se reconocían a ellas mismas como socialistas se integran al sistema de partidos políticos con el nombre de Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca.
Las normas constitucionales que rigen Guatemala son las que están contenidas en la Constitución del 85, más las reformas aprobadas por consulta popular en 1994.
La magnitud del esfuerzo desplegado por los políticos y los ciudadanos para alcanzar los consensos contenidos en el documento fundacional fue reconocida por la Asamblea Nacional Constituyente, mediante el Decreto 2-86, que establece el 31 de mayo como “Día de la Constitución”.