Ricardo Fernández Gracia
Director de la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro
En ambos casos, esas cornucopias podrían estar con los mismos elementos en un palacio de la época. El campo de la cornucopia está ocupado por grandes espejos que, en esos contextos, se han de leer como vanidad y vanagloria de quien se contempla ante ellos, sea un noble o un alto clérigo. En la orla figuran serpientes y palomas, en clarísima alusión a las recomendaciones evangélicas de ser humildes como palomas y prudentes como serpientes. El mensaje resulta evidente: contra el pecado de vanidad, la virtud de la humildad siempre relacionada con la prudencia. Ese tipo de juegos de ingenio y agudeza estuvieron muy presentes en aquella sociedad que, pese a ser mayormente iletrada, manejaba unos códigos de lectura de algunos objetos y animales con mayor destreza que la que podríamos suponer actualmente.
El orden bajo de la sillería de Lerín contiene en sus respaldos tableros de diferentes manos de un taller, pero de la misma cronología. El conjunto se planteó en 1763 según el plan de Diego de Camporredondo. El visitador concedió el permiso para su ejecución, pero dos franceses llamados Pedro Labarrera y Francisco Bussou, criados suyos, intentaron que se les adjudicase haciendo una rebaja.
Se trata de oponer al pecado, el demonio y sus insidias frente a la humildad y el bien común.
Uno de los tableros muestra un árbol al que se enrosca una serpiente con un fruto en la boca, en clara evocación a la tentación y al árbol del Paraíso. A sus lados, dos motivos con simbología contraria: a la derecha, vemos una cigüeña matando a una serpiente, lo que significa la preocupación por el bien común, siguiendo a autores como Aristóteles, Plinio y Plutarco.
La cigüeña también es símbolo de la piedad filial por su fama de alimentar a sus padres cuando se hacían viejos. Al otro lado, un campanario coronado por una paloma, en clara alusión a la humildad. Por tanto, se trata de oponer al pecado, el demonio y sus insidias frente a la humildad y el bien común, este último muy en sintonía con la época de la Ilustración.