Con el objetivo de proteger los bosques del país, pero a la vez reconocer el esfuerzo de la población del área rural en esta importante tarea, el Gobierno de la República entregó ayer el primer incentivo forestal de Q95 millones 907 mil 275.53, por medio de los programas Pinpep y Probosque que ejecuta el Instituto Nacional de Bosques (Inab).
Al reconocer los beneficios de estos programas, que representan el pan de cada día para un grupo de guatemaltecos y a la vez se protege al medioambiente, un total de 11 mil 960 familias fueron favorecidas con el primer pago, cuyo aporte fue entregado por autoridades de los ministerios de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), de Finanzas Públicas (Minfin) y del Inab, durante una actividad en el Palacio Nacional de la Cultura, en la cual participó el presidente Alejandro Giammattei.
Estas dos iniciativas son parte vital del Gobierno, ya que solo con este desembolso se invirtió en 6 mil 694 proyectos, que equivalen a 51 mil 647 hectáreas de bosque.
Para estos proyectos se requirió de 1 millón 42 mil 71 jornales en el interior, debido a ello la importancia de continuar con este tipo de iniciativas que fomentan la reactivación económica de los campesinos.
Como lo ha mencionado el mandatario en sus discursos, los fondos de los proyectos deben llegar a quienes más lo necesitan y, en ese contexto, estos recursos beneficiaron a campesinos de Alta Verapaz, Huehuetenango, Izabal y Zacapa, un buen porcentaje ubicados en municipios del Corredor Seco, donde también el Ejecutivo libra una lucha por la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición. Con este primer desembolso de los proyectos forestales se han recuperado 3 mil 97.29 hectáreas de áreas boscosas del país, con lo cual se promueve la reforestación, el manejo sostenible y el desarrollo económico de los habitantes, precisamente en esta crisis por el Covid-19, en lo cual el aporte de todos ha sido necesario para salir adelante.
Las acciones integrales atienden las distintas necesidades de la población, como el mediomabiente y el desarrollo social.
¡Guatemala no se detiene!