Comunidades poqomchi´s y q´eqchí´es relatan cambios positivos.
En las comunidades lejanas de Guatemala existen cientos de familias que comienzan a transformar sus vidas con los proyectos que impulsa el Gobierno de la República. Son rostros e historias que no han sido noticia, a no ser que se trate de una tragedia.
Afortunadamente, este trabajo periodístico permitió conocer tres ejemplos de perseverancia en las etnias poqomchi’ y q´eqchi´, ubicadas en San Pedro Carchá, Santa Cruz Verapaz y San Juan Chamelco, en Alta Verapaz, donde los programas sociales a cargo del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) han impactado de manera positiva en vida de los pobladores.
De acuerdo con datos del Mides, en dicho departamento se brinda apoyo a más de 3 mil 600 familias, mediante la entrega de alimentos. Además, las iniciativas sustentables, como la Beca Superior, Beca Educación Media, Beca Artesano, Beca Empleo y el Bono Social.
Un equipo del Diario de Centro América llegó hasta el barrio Canihab, en San Pedro Carchá, donde vive doña María Choc, quien batalla contra la cuadriplejía de su hijo Henry Aníbal, de 31 años. “Esta enfermedad necesita atención y cuidados especiales. Ello me imposibilita salir a trabajar. Gracias a la ayuda del Gobierno hemos logrado alimentarnos, especialmente durante la pandemia”, narra.
Ella es una de las beneficiadas con el Programa Alimentario y Prevención del Covid-19, que entrega el Mides a las familias vulnerables a los efectos socioeconómicos de la enfermedad.
Otro de los ejemplos es el de María Rax y sus cinco hijos, quienes viven en el caserío Laguneta II, en Santa Cruz Verapaz.
Una copiosa lluvia acompaña al reportero y la fotógrafa, mientras hablan con la mamá de los pequeños, quien cuenta que recientemente el gobierno del presidente Alejandro Giammattei le entregó el Bono Social, como apoyo para la manutención de sus hijos. Doña María detalla que el dinero ya fue invertido para que los pequeños continúen sus estudios y asistan al Centro de Salud. “Ya les compré zapatos, ropa y útiles para que estén al día en sus tareas”, expresa.
La entrevistada asegura que es importante hacer buen uso de los recursos, pues provienen del impuesto que pagan los guatemaltecos, a quienes agradeció, pues sin esos fondos no se podrían lograr programas como los que impulsa el Ejecutivo.
“Estoy ahorrando de los recursos que he recibido. En mi casa sabemos que este dinero nos ha costado recibirlo y tenemos la obligación de cuidarlo y no malgastarlo”, afirma.
Pero doña María fue más allá con el apoyo que ha recibido: crear una granja de gallinas ponedoras y vender el producto, como los huevos y la carne de estas aves.
“El dinero que genere la granja servirá para sostenernos y mejorar nuestra condición de vida”, puntualiza.
En la aldea La Isla, San Pedro Carchá, reside Giovanni Chiquín, un joven que, gracias a una de las becas de estudio, logró cerrar una carrera técnica y se alista para incursionar en el ámbito laboral con mejor oportunidad salarial. “También deseo continuar mi preparación universitaria”, expresa.
En las comunidades lejanas existen familias con deseos de superarse, y comienzan a hacerlo con el apoyo gubernamental.