Algunas mujeres han tenido el privilegio de ser madres, para muchas de ellas es una realización de vida procrear y formar una familia, siendo un derecho que tiene toda mujer. El ser madre con discapacidad es una realidad que involucra diferentes obstáculos, dificultades y sesgos sociales relacionados con paradigmas excluyentes.
La Convención Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, instrumento adoptado por Guatemala, garantiza el acceso a la salud sexual y reproductiva de las mujeres y niñas con discapacidad. Además, argumenta que debe prestarse asistencia a madres con esta condición para el desempeño de la responsabilidad de crianza y asegurar que los menores no sean separados en contra de su voluntad.
Se ha evidenciado que algunas mujeres en esta situación sufren esterilización forzada a iniciativa de sus padres, tutores o encargados de instituciones, con el argumento de evitar las consecuencias de una violación o porque consideran que una persona con discapacidad no puede cuidar a un menor, contradiciendo su naturaleza y vulnerando su derecho al libre consentimiento informado.
El ser madre con discapacidad, es una realidad que involucra diferentes obstáculos.
También se encuentran las mujeres que tienen hijos con alguna discapacidad, congénita o adquirida, quienes afrontan de manera conjunta los retos y actos de discriminación de la sociedad. A esto se suma el abandono de cónyuges, cuando se manifiesta un caso de discapacidad dentro de la familia. Según la Encuesta en Discapacidad de 2016, en tres de cada 10 familias existe entre sus miembros una persona con alguna deficiencia.
El tener en el seno familiar a una persona con esta condición, involucra el apoyo de madres, padres, hermanos, amigos, instituciones y sector privado para generar las mismas oportunidades en igualdad de condiciones que los demás, durante la infancia y edad adulta de una persona con discapacidad.
Los desafíos de la discapacidad son afrontados por los hijos con sus progenitoras, por eso es recurrente el involucramiento de mujeres en organizaciones que velan por el cumplimiento de los derechos del sector. Espacio de participación donde debe prevalecer el fomento de la autonomía y capacidad jurídica de toda persona, no importando su condición, con el propósito de alcanzar la realización personal y ser parte activa de la sociedad.