Redacción deportes, EFE.- Un zapatazo en el minuto 90 de Trent Alexander Arnold
rescató al Liverpool en Anfield, contra el Aston Villa (2-1), que disimuló la
falta de acierto durante todo el choque del conjunto de Jurgen Klopp, cuatro
días antes de recibir, en este escenario, al Real Madrid en la vuelta de la
Liga de Campeones.
El Liverpool, ocho partidos después, volvió a ganar en su estadio. Con un
puesto europeo en juego, el Liverpool se repuso del varapalo de Madrid con una
victoria tardía pero merecida ante un rival que se puso en ventaja y que pudo
complicar aún más al campeón acelerado y sin puntería.
El equipo de Klopp, que dejó en el banquillo a Sadio Mane y a Thiago Alcántara
y que recurrio a Roberto Firmino y James Milner como alternativas, acechó
permanentemente el área visitante pero una y otra vez se estrelló con el meta
argentino Emiliano Martínez.
Un error de Alisson Becker permitió que el equipo de Dean Smith tomara ventaja
a dos minutos del descanso cuando Olie Watkins marcó luego de recibir un balón
de John McGinn.
El Liverpool, que había tenido innumerables ocasiones, fue incapaz de marcar.
Lo hizo en el tiempo añadido de la primera parte por medio de Firmino pero el
VAR, por milímetros, invalidó el tanto.
Fue a la hora de juego cuando logró el empate en una gran jugada de Robertson
por la izquierda que terminó con un gran remate que desvió Emiliano Martínez.
Salah, atento, aprovechó el rechazo para empatar.
Pudo recuperar su ventaja el Aston Villa con una acción de Ollie Watkins y un
remate el palo del egipcio Trezeguet.
Superado el susto el Liverpool recuperó el pulso del partido. Salió Mane y
también Xherdan Shaqiri. Y en el 90, después de que Emiliano Martínez realizara
la gran parada del partido a un disparo de Diogo Jota, Trent Alexander Arnold
recogió el balón fuera del área, se preparó y ejecutó un potente disparo
imposible para el meta argentino.
El triunfo alivia al Liverpool que se reencontró con la victoria en Anfield
donde no ganaba desde diciembre para situarse cuarto en la clasificación de la
Premier. Ocho partidos sin ganar en casa antes de recibir al Real Madrid.