Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria garantiza la cero reincidencia.
En los últimos cuatro años, 40 mujeres han logrado completar un proceso cuya meta es que quienes hayan delinquido y han sido castigadas por ello obtengan las herramientas necesarias para reintegrarse en la sociedad, gracias al trabajo que se realiza en el Centro Carcelario de Rehabilitación y Reinserción Fraijanes 1, que funciona bajo el Nuevo Modelo de Gestión
Penitenciaria.
Este programa se inició en marzo de 2017, con el objetivo de diseñar y ejecutar planes, programas y proyectos que garanticen la reeducación y readaptación de las personas privadas de libertad, logrando que a la fecha ninguna de las reclusas que han salido del centro haya reincidido en algún hecho
delictivo.
Según Elliot Palma, director ejecutivo de la Unidad del Nuevo Modelo, estos casos de éxito se han logrado gracias al estricto cumplimiento de nueve principios aplicados, entre los que se destaca el cero ocio, cero hacinamiento, personal responsable y confiable, y el involucramiento comunitario.
70
por ciento de la capacidad del reformatorio está ocupado.
Palma explicó que el centro está habilitado para una capacidad máxima de 150 reclusas, pero únicamente se tienen 106, manteniendo una ocupación del 70%, lo que garantiza una atención personalizada y especializada de las mujeres, evitando también los riesgos que la sobrepoblación podría causar.
Resaltó que otro de los puntos importantes que garantizan una reinserción confiable y segura es la aplicación del Régimen Progresivo, regulado en la Ley del Régimen Penitenciario, que está compuesto por cuatro fases, como el diagnóstico y ubicación, tratamiento, prelibertad y libertad controlada.