Entendemos como “Mercado” al proceso puesto en marcha por las actuaciones diversas de múltiples individuos que cooperan bajo el
correspondiente régimen de división del trabajo. En todo mercado, los seres humanos cooperamos para alcanzar nuestros objetivos, y para que la cooperación sea efectiva es necesaria la confianza, la que a su vez se obtiene, primero, del conocimiento directo que tenemos de las otras personas y, en segundo lugar, de la certeza jurídica, es decir que si alguien abusa de la confianza, existirá siempre un desincentivo lo suficientemente fuerte, provisto por la sociedad en contra de ese abuso. Ese abuso de la confianza del otro se puede manifestar como un incumplimiento de sus obligaciones o bien como participar en el mercado sin cumplir con las mismas reglas que los demás están obligados a respetar.
Dicho lo anterior, como en todo mercado, la electricidad es llevada a nuestros centros de consumo en virtud de “las actuaciones diversas de los múltiples individuos que cooperan bajo el correspondiente régimen de división del trabajo”. Existen individuos que la producen (los generadores), otros que la transportan (los transportistas) y otros que la distribuyen (los distribuidores), entregándola al usuario final. Estos eslabones (generación-transporte-distribución-consumo) constituyen la cadena de valor del mercado de la electricidad, donde múltiples generadores, múltiples transportistas y múltiples distribuidores cooperan y también compiten para llevar el producto al consumidor final, quien lo recibe, lo usa y paga por el mismo. Un pilar fundamental en la Teoría de Mercado es la competencia.
Esta es necesaria para limitar el poder de los prestatarios de un producto o servicio sobre sus usuarios, ya que en la medida que los consumidores puedan escoger a su proveedor se estará en mejor posición para evitar abusos del mismo.
Los seres humanos cooperamos para alcanzar nuestros
objetivos.
¿Cómo se da la competencia en el mercado de la electricidad? En principio, al existir diferentes individuos compitiendo en cada eslabón de la cadena de valor, la competencia se dará en cada eslabón: generadores compitiendo contra otros generadores, transportistas compitiendo entre ellos y los distribuidores compitiendo entre ellos. La competencia entre generadores se da en dos ambientes: compiten por ser convocados a generar (despacho), como por el mercado de contratos de suministro a término a los distribuidores, comercializadores y grandes usuarios.
El impacto de la competencia en el despacho así como en el mercado a término será el objeto de nuestra próxima entrega.