La azul y blanco Sub-20 nos llevó a nuestro único Mundial.
Ayer se cumplieron 10 años de la histórica clasificación de la Selección Sub-20 para el Mundial de Colombia, de aquella generación espontánea son pocos los que se mantienen en la máxima categoría del balompié nacional.
Se denomina generación espontánea, pues como ha sido una constante en nuestro futbol, no existe una preparación continua para desarrollar futbolistas nuevos, pues las selecciones se conforman solo cuando se acerca la fecha de una competencia.
Aquella noche, la bicolor juvenil se enfrentó a Estados Unidos, el rival más complicado por haber avanzado en el segundo lugar de su grupo, pero nunca se sintió menos y se fue al frente con un gol de Gerson Lima, con un cabezazo en el minuto 33. El equipo norteamericano logró empatar el encuentro en el segundo período por intermedio de Conor Doyle (min 65), creando dudas en el armado chapín.
Sin embargo, una cabalgata de Henry López, pocos minutos después (68), culminó con un remate a la portería que puso a delirar a los no menos de 10 mil aficionados presentes en el Doroteo Guamuch Flores.
El resultado de aquel éxito momentáneo se tradujo en un calvario para aquellos futbolistas, cuyos sueños fueron contaminados con fantasías de que al ser mundialistas serían buscados por los principales equipos de Europa, aquello nunca ocurrió. Además, se había logrado la clasificación para los Juegos Panamericanos, pero en una polémica decisión del Comité Olímpico Guatemalteco, entonces dirigido por Sergio Arnoldo Camargo, se determinó declinar la participación de la azul y blanco en las justas de Guadalajara.
De aquel equipo que dirigió Ever Hugo Almeida, en la última convocatoria que hizo Amarini Villatoro solo entraron Marvin Ceballos y Sixto Betancourt; este último ni siquiera fue al banco. El resto se ha diluido entre el mar de jugadores de nuestro balompié; algunos sobreviven en la máxima categoría, otros están en la Primera División y otros, como José Castillo y Henry López, con retiros anticipados por la falta de apoyo. Del plantel que fue a Colombia, solo Ceballos, López y Elías Vásquez jugaron en el extranjero.
Fue Ceballos quien precisamente marcó el único gol de aquella selección en Colombia, se lo hizo a Croacia para conseguir una victoria histórica que además le permitió a la bicolor avanzar a la segunda ronda.
Las selecciones nacionales parecen condenadas a repetir la historia, toda vez que no se hacen los ajustes necesarios para aprender de los errores del pasado.
Aquella noche mágica quedará como una anécdota más de las escasas victorias del futbol nacional y, si no se enmienda el camino, terminaremos hablando de ese 6 de abril como de aquel longevo y único título del Norceca obtenido en 1967.