Junto a las tradiciones religiosas, en la Semana Santa también llegan las costumbres culinarias. Los productos del mar y las frutas de la época generan mayor demanda por los hogares guatemaltecos.
La gastronomía de la temporada se inclina por la abstinencia en el consumo de carnes rojas, como penitencia de la comunidad católica, por lo que el pescado seco se vuelve uno de los principales productos y de mayor demanda en mercados municipales y cantonales.
Hay una variación de precios para esta semana, principalmente en el pescado fresco y seco, así como las verduras como el tomate, cebolla y el limón. Sin embargo, la presencia de la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (Diaco) en los mercados contribuye a que no haya abuso, dijo Carlos Vásquez, portavoz de la institución.
Vásquez recordó que desde el lunes santo el personal de la Diaco comenzó con la vigilancia de precios de los productos de temporada, principalmente de granos básicos, verduras y los tipos de pescado.
En promedio por libra de bacalao se cotizó esta semana en Q40 en los mercados de Mixco y Villa Nueva; el róbalo, Q52.50; camarón grande, Q61.67, y camarón pequeño, Q28.33, según la Diaco.
De acuerdo con el historiador Fernando Urquizú, el consumo de pescado seco es un ritual del pueblo católico, y anteriormente facilitaba a las familias no cocinar el Jueves y Viernes Santo porque se preparaba, al igual que los escabeches, con anterioridad. Actualmente, su preparación es más refinada, agregó.
Las frutas de temporada, las aguas frescas como la limonada y los súchiles, las torrejas y otros postres, acompañan los platillos a base de pescado. A estos se suman los chupetes, que emulan los birretes de los cucuruchos y son uno de los preferidos de las niñas y los niños, añadió Urquizú.
Centroamérica
En Centroamérica, el atún y las sardinas se encuentran entre los productos favoritos durante la Semana Santa, según un estudio de la consultora Kantar, citado por la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport). De acuerdo con la empresa de análisis, el 34% de los centroamericanos modifican su dieta y preparan platillos propios de la época. Además, en el verano de este año se incrementaron las compras de harinas de maíz y trigo, margarinas, leche condensada y leche evaporada, ingredientes base de muchas recetas de la esta temporada.