“Alábenlo en su majestuoso firmamento… con sonido de trompetas…y lira… con címbalos resonantes…”, fragmentos del Salmo 150.
No muchas personas conocen el patrimonio musical del cortejo procesional de Jesús del Rescate, de la rectoría de Santa Teresa. Cuando se buscan marchas dedicadas a él, incluso en la red, lo único que se encuentra es la oficial; pero hay mucho más que eso. Mientras salió de forma intermitente, entre 1927 y 1940, la procesión no tenía material propio. No fue sino hasta 1959 cuando se estrenó la marcha Jesús del Rescate, con la que es levantado en hombros todos los Miércoles Santos. Allí se inició la producción.
El autor de la marcha Jesús del Rescate fue Isidro Arana, organista de la capellanía de Santa Teresa, categoría que poseía la iglesia por esos años. No obstante no es el único material que el maestro compuso para la procesión y Jesús. También se sabe que es de su inspiración la marcha oficial de la Virgen de Dolores: Junto a la cruz. En el marco de las celebraciones del año jubilar de las Bodas de Oro de Consagración de Jesús del Rescate, que culminan en 2022, se trabaja en el archivo de Santa Teresa y, debido a los pequeños hallazgos que se han hecho, se decidió dedicar este artículo a su música.
Con apenas un quinto de los documentos existentes revisados, se localizaron 43 partituras de marchas fúnebres que corresponden a un período entre 1959 y 2005. La mayoría son específicas del cortejo del Rescate, el resto es de otra procedencia. Las hay tanto para Jesús como para la Dolorosa, y algunas fueron tocadas para ambos. De ellas, 11 son manuscritas y las demás son fotocopias (incluso se encontró una heliográfica). Casi todas están en tamaño media carta y en relativamente buen estado, porque aún se puede leer la notación. Escritas en papel pentagrama, algunas muestran la idiosincrasia de los músicos: dobladas a la mitad, sin ningún doblez o arrugadas, según el uso que se les dio.
Don Oswaldo Aquino, quien estuvo por varios años al frente de la procesión, tuvo el cuidado de repartirlas y recolectarlas. Un miembro de la asociación (que pidió no ser identificado) me lo confirmó. No obstante, algunas hojas se perdieron, puesto que los “papeles” que se conservan oscilan entre 1 y 40. Las más completas tienen de 20 a 40 folios, pero son interesantes porque en alguna parte está escrita su numeración y el instrumento al que corresponden. Gracias a esto, casi todas se pudieron ordenar.
El resultado de la primera clasificación fue: 19 partituras para Jesús y 10 para la Virgen María. El resto son”importadas” de otros cortejos o regiones: marchas mercedarias, dominicas, josefinas, antigüeñas (con preferencia por San Bartolo), una de Quetzaltenango y hasta una europea. Se encontraron nombres de maestros como Pedro Donis, Manuel Antonio Ramírez Crocker, Brígido Porras, Carlos Díaz Del Cid, e incluso Ludwig van Beethoven.
Por supuesto, también se ubicó material manuscrito del Don Chilo (Isidro Arana). Se recuperó el nombre de los arreglistas, ya que están escritos junto al de los autores. Dos artistas participaban juntos en varias obras. Y, dato relevante, se localizaron dos compositoras: María Amelia Hernández Guerrero y Francisca Eleonora Rodas. Dentro del material clasificado, los maestros más prolíficos fueron José Antonio Padilla Gómez, Álvaro Leonel Hernández Aldana, Isidro Arana, Alfredo Dávila Rendón, Marco Aurelio González G. y Julio Monterroso Letona.
Se lograron colectar programas de marchas, uno de 1995 y los de 2010 a 2019, aunque se nota que varios títulos que se reencontraron no fueron incluidos. Constituyen obras poco conocidas u olvidadas, que son las que, en realidad, componen el verdadero corpus musical carmelita del Rescate.
Otro hallazgo fue igualmente importante. En una funda empastada se localizaron cinco marchas manuscritas, de puño y letra del maestro Arana. Contenía las siguientes composiciones: 3a caída, 1975(reestrenada en la IV Proclamación del Rescate, camino a las Bodas de Oro, el pasado miércoles, versión para violín y piano); Marcha Fúnebre dedicada a la Virgen de Dolores, 1968; Marcha Oficial de Jesús del Rescate, 1959; 7º Dolor, 1975, dedicada a la Dolorosa, y Gran Marcha Fúnebre 25 años, 1980. La segunda obra es un enigma, que se resolverá al ser instrumentalizada.
Como dato adicional, entre 2015 y 2019 se han estrenado, o reestrenado, al menos 13 marchas, lo que significa que no se ha detenido la creación de música sacra dedicada a Jesús del Rescate. Lo que pasa es que se desconoce el material. Por eso, el objetivo de revisar y catalogar el archivo de Santa Teresa es rescatar, revalorar y difundir este gran legado.
Cuando era niño me gustaban las marchas fúnebres en las procesiones y, aunque inocente, lograba captar el sentimiento que transmiten. Quería saber cómo se llamaban, me armaba de valor y le preguntaba a alguien: “¿Disculpe, usted sabe cómo se llama esa marcha?”. Siempre obtuve una respuesta. El título correspondía con lo que oía y me preguntaba: “¿Por qué le ponen esos nombres, tan bellos y sentimentales?”. Con el paso de los años, lo comprendí: porque así somos y así sentimos la Semana Santa en Guatemala.
*Marco Antonio Valladares Farfán/Arqueólogo e historiador del arte.
